Proverbios 17:17 ¨ En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, motivo de regocijo es poder estar reunidos nuevamente junto a la palabra de Dios, un habito lindo es tomar en cuenta la instrucción diaria de nuestro Padre Celestial, para ser mejores siervos cada vez y así llegar al punto mas alto de nivel espiritual que tiene la escalera celeste. Agradecidos también estamos porque se esta cumpliendo el objetivo de este ministerio de llevar almas a los caminos del Señor.
Este verso nos habla de la amistad, la cual es un sentimiento de gran simpatía y afecto, se resume en el afecto entre personas, además es también una concordancia de sentimientos, un amigo es aquel que es un compañero, un hermano, inclusive sin tener lazos sanguíneos, es una de las relaciones humanas que para existir requiere reciprocidad. La amistad no es una recompensa de nuestras elecciones, los amigos son instrumentos por los cuales Dios revela la belleza de nuestros semejantes, la amistad sincera nace en el momento en el cual una persona dice a otra: ¿Qué necesitas?, ¿Cómo te sientes?, pensé en ti y realice alguna actividad en tu beneficio. El calor de la verdadera amistad y ese lazo que liga corazón con corazón es parte de la alegría que viene de los cielos, por eso cada uno debe dar amor y en ese sentido sin sombra de dudas la manera que Dios elige para enseñarnos y transformarnos en mejores individuos es mediante buenas relaciones, interacciones ganar – ganar, en muchas de esas relaciones podemos conseguir motivación para profundizar el conocimiento de Dios, la amistad cuando es verdadera es una de las mejores cosas que podemos tener, que contribuye a formarnos como individuos mejores, el texto de hoy por ejemplo nos ayuda a observar el valor de un verdadero amigo, y nos muestra la importancia de ser para otras personas ese amigo, muchas veces pasamos en la vida circunstancias adversas y quien extiende la mano para nosotros es un amigo, cuando eso ocurre conocemos a nuestros mejores amigos, y esa condición de amigo varia con el tiempo donde esa persona se convierte como en un hermano. Valoremos la amistad y seamos buenos amigos para que sea reciproco el sentimiento.
OREMOS:
Padre querido, gracias por tu enseñanza en este día, a tener presente el valor de la amistad, rogamos por el bienestar de todos los individuos que nos rodean y que podamos ser ese apoyo para cuando ellos nos necesiten o que también ellos nos puedan extender la mano en el tiempo de carencia. Contribuye con nosotros. Son las peticiones que en nombre de Cristo te hacemos.
Amen.