Mateo 4:12-13 ¨ Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea;¨ – ¨ y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,¨
Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Es un privilegio poder comenzar este día escuchando la voz de Dios, porque sabemos que esto nos va a permitir tener mejores resultados a lo largo del dia y posicionarnos como entidades receptoras de bendición.
Cuando éramos pequeños, algunos tuvimos la idea de irnos de casa, ahora bien, cuando crecemos lo hacemos y generalmente quien toma una decisión como esta es que ya esta de cierta forma insatisfecho con alguna cosa, puede ser que se trate de problemas familiares, amenazas, abusos o hasta quien sabe si por rabias. En el texto de hoy encontramos a alguien dejando su ciudad para irse a vivir en otra, ¿quién fue ese alguien?, ¿Cuál fue el motivo que lo llevo a salir de su casa?, si regresáramos un verso en esta lectura descubriríamos que se trata de Jesús, que está dejando la ciudad de Nazaret, pero ¿Por qué?. La palabra griega para dejar significa abandonar, salir en apuros, ya la palabra usada para morada, significa fijar residencia, permanente y definitivamente, solo fija residencia definitivamente en otra ciudad, quien ya no tiene mas donde vivir en la ciudad anterior, siendo asi existe una fuerte posibilidad de que Jesús haya abandonado Nazaret porque haya sido corrido por otras personas, partiendo así de forma definitiva para otra ciudad, así cuando leemos los evangelios nosotros percibimos el rechazo que Jesús recibió en su propia ciudad, quizá ya habremos sido expulsados de nuestras casas o hayamos recibido de algunas personas próximas alguna clase de rechazo. Jesús sabe claramente como nos sentimos en ese momento, porque en carne propia lo vivió. Jesús va a traernos consuelo a nuestros corazones, si tenemos problemas dentro de nuestro seno familiar no debemos preocuparnos, Jesús va a traer reestructuración, restauración, bendición, creamos en que esa victoria va a llegar.
OREMOS:
Padre de Amor, colocamos nuestras vidas en tus manos, condúcenos a un mejor nivel de espiritualidad, queremos cumplir tu voluntad y ser mejores siervos. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.