Efesios 2:8-9 ¨ Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;¨ – ¨ no por obras, para que nadie se gloríe.¨
Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Cada día oir la voz de Dios mediante la palabra bíblica, va a garantizarnos un pleno disfrute de las bendiciones que están reservadas para sernos entregadas a lo largo del día.
La conversión de Saulo en el Apóstol Pablo es una de las mayores demostraciones de la manera en que Dios puede alcanzar a los más voraces pecadores y transformarlos, por eso el asunto de la gracia divina es tan frecuente en los escritos del Apóstol, debido a que no solo sabía cosas sobre la gracia, sino que él la había experimentado de primera mano, lógicamente no fue Pablo quien inaugura el asunto de la gracia en la biblia, desde que el pecado entro al mundo Dios demostró su amor y gracia al ser humano, al dar tanto énfasis en la gracia divina Pablo no solo estaba dando un testimonio sino reproduciendo un pensamiento reflejado en el antiguo testamento y las palabras del propio Cristo cuando estuvo en la tierra, el maestro explico muchas parábolas que ejemplificaban bien el concepto de gracia, pero existe una que llama la atención esta se refiere a los trabajadores de la viña, la parábola nos cuenta de un hombre que requería trabajadores para su viña y contrato a unos cuantos hombres con los que convino el pago de un denario por toda la jornada diaria, a lo largo del día se requirieron mas trabajadores y el patrón los fue contratando, cuando restaba una hora para concluir el trabajo el patrón contrato a otros hombres, al final de la jornada a todos les pago un denario, los trabajadores que laboraron todo el día estaban descontentos porque se les había pagado igual que a aquellos que trabajaron una hora. Esta parábola no indica una clase sobre finanzas, sino demuestra que para la gracia de Dios no existe una parte del esfuerzo humano que influya en ella, Dios no fracciona su amor de acuerdo a los méritos, lo importante aquí es que abramos el corazón para aceptar a Cristo.
OREMOS:
Padre de Amor, ayudanos a seguir firmes en el cumplimiento a tus mandatos, permítenos seguir avanzando en el camino a la salvación y llegar a ser siervos agradables a ti. Son las peticiones que en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.