Hechos 4:36-37 “ Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, ”- “ como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles.”
Amados, que la paz del Señor este siempre con nosotros y seamos siempre bendecidos. La vida va mutando, cambiando conforme a las diversas responsabilidades y etapas que vayamos asumiendo, el flujo normal de la vida esta constituido por altibajos, ninguna circunstancia es para siempre, entonces aunque a veces vaya bien y a veces mal, conservemos la actitud correcta que es siempre alabar a Dios en cualquier situación, orar y nuestro clamor sera respondido con prontitud. El verso de hoy presenta a Bernabe colocando los bienes a disposición de la iglesia cristiana, Bernabe era uno de los pocos misionarios previos a Pablo, pero lo poco que conocemos de él sugiere la importancia de este hombre, Judeo de diáspora vivio el Chipre, pero se convirtió en un discípulo primitivo en la ciudad de Jerusalem, su nombre era Jose pero paso a ser conocido como Bernabe por lo apóstoles, este termino es interpretado por Lucas como hijo de exortación, el es descrito como lleno del Espiritu Santo.
Curiosamente Bernabe en todas las escenas bíblicas donde aparece, es siempre una figura de apoyo, siempre al servicio de otros, es el quien introdujo a Pablo para la iglesia luego de su conversión, probablemente fue el primero en reconocer el potencial de apóstol, por tanto fue enviado a apoyar el trabajo en la ciudad de Antioquia, mientras en Cristianismo era predicado a los gentiles en otras regiones. Bernabe fue enviado luego por Pablo a la ciudad de Jerusalem en una misión de misericordia, el mismo Bernabe que ayudo a Pablo en su primer viaje desde Chipre, de hecho Bernabe fue un líder original y aunque Pablo tome el papel principal. En el consilio de Jerusalem Bernabe defendió las reivindicaciones de los cristianos, Bernabe enfrento muchas luchas pero siempre se mantuvo al servicio del evangelio. Procuremos nosotros tener un espíritu de servicio cristiano.
Oremos entonces del siguiente modo: Padre de amor, gracias por las bendiciones que nos concedes, las que nos has concedeido y las que nos concederas, en este momento pedimos tu ayuda para que permitas que en nosotros se manifieste en too momento un espíritu de servicio cristiano, necesario para cumplir con las disposiciones que has previsto. Queremos cumplir siempre tu voluntad y convertirnos en siervos agradables a ti. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.