Hebreos 11:4 ¨ Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.¨
Que la paz de Dios sea con todos, así saludaba Jesús a sus discípulos, y esa costumbre hemos tomado nosotros para saludarnos, felicitaciones por mantenerse firme en el estudio de la palabra bíblica, ese conocimiento nos hace responsables de dar una aplicación correcta de estos consejos a nuestras vidas. Compartamos este material con nuestro prójimo.
Este versículo nos habla sobre la historia de Caín y Abel, donde ambos llevaron ofrendas a Dios. Mientras Caín le llevo a Dios como ofrenda, frutos de la tierra, esos productos aunque eran fuente de trabajo, estaban muertos porque fueron arrancados de las plantas. Abel le llevo como ofrenda a Dios, un cordero, un animal lleno de vida. Hasta este punto, podemos observar que la oferta de Abel exigía un mayor trabajo, que la de Caín, por ese motivo a Dios le agrado la oferta de Abel. En esta historia podemos señalar varias enseñanzas, algunas de las cuales son, que: Dios se agrada de nuestro esfuerzo, pero que él conoce el precio real del esfuerzo que hicimos, y que precisamos dar nuestro mejor esfuerzo. Primero que todo alejémonos totalmente del pecado. Sin embargo, tengamos en cuenta que, Dios desea de nosotros, fidelidad, sinceridad de corazón, debemos pensar si hemos cumplido con la voluntad de Dios, si hemos hecho nuestros mejores esfuerzos para cumplir su voluntad, o, si le hemos hechos ofertas llenas de gratitud, y reverencia. Que esta historia tan relevante para nosotros nos recuerde de este concepto tan importante, tenemos que hacer lo que agrade al corazón de Dios, de esa manera estaremos cumpliendo su voluntad, y seremos siervos agradables a él.
OREMOS:
Padre Adorado, ayúdanos a hacer nuestro mejor esfuerzo en todas las actividades que hagamos, y, con ellas glorificarte, dando testimonio de las cosas buenas que haces en nuestras vidas. Ayúdanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén