Marcos 14:10-11 ¨ Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a los principales sacerdotes para entregárselo. ¨ – ¨ Ellos, al oírlo, se alegraron, y prometieron darle dinero. Y Judas buscaba oportunidad para entregarle. ¨
La paz del Señor sea con ustedes. Es un honor estar aquí reunidos para meditar en el texto bíblico, antes de presentar el texto bíblico tengamos presente que, es posible de que de nuestras mentes puedan estarse creando pensamientos dañinos que nos alejan de Dios y nos aproximan al pecado, pero precisamos detenernos un minuto antes de actuar y valoremos si los actos que pretendemos ejecutar se ajustan a la voluntad de Dios, en caso de que no se ajusten, no debemos ejecutarlos, abandonemos esos pensamientos inconvenientes, porque nosotros debemos permanecer en la luz para poder crecer como lo hacen las plantas.
Judas Iscariote paso los últimos años de su vida, siguiendo al Maestro de Galilea, escucho sus enseñanzas, testimonio sus milagros, convivio con Jesús, anduvo con él mucho tiempo, sin embargo la motivación que lo llevo a estar con Jesús, eran los judíos, ese pueblo estaba bajo la opresión de los romanos por mucho tiempo, esperaban a un Mesías que fuere un libertador, líder militar y político, para que luchara y venciera al imperio romano con el objetivo de que ellos pudieran vivir tranquilos, pero viendo Judas que Jesús, no era el líder que ellos estaban esperando, entonces Judas decidió deshacerse de Jesús, y por eso busco a los sacerdotes y entrego a Jesús a cambio de unas monedas. Ocasionalmente, actuamos como Judas, si Dios no responde a nuestras oraciones en el momento y lugar que queremos, pensamos que Dios nos olvidó e intentamos buscar otros medios desapegados a sus mandatos para satisfacer nuestras necesidades, en ese punto cometemos pecado, dejamos de tener fe y deshonramos a Dios. Pensemos bien antes de actuar y evitemos cometer errores.
OREMOS:
Padre Celestial, protégenos, cuídanos y favorécenos, para que podamos ser sabios y evitemos cometer errores que nos alejan de ti, fortalécenos en la fe y permítenos cumplir diariamente y a cada segundo, tu voluntad. Ayúdanos siempre. Son las peticiones que en nombre de Jesucristo, hacemos hoy.
Amen.