28 de Octubre: Salmo del Pastor

Salmos 23:1 ¨Jehová es mi pastor; nada me faltará.¨

Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Si estos materiales están siendo beneficiosos para nosotros debemos compartirlo por todos los medios, con el objetivo de aproximar más almas a los caminos de salvación.

 

Unos de los salmos mas conocidos de la biblia es el salmo 23, muchas músicas, poesías, sermones, fueron hechos inspirados en ese Salmo, ahora mirando un poco mas detenidamente ¿ Estaría el salmista David afirmando que jamás pasaría por dificultades, aquel que tuviere al Señor como su pastor?. Si nosotros mirásemos el texto y su contexto correríamos el riesgo de entender de esa forma, todavía cuando leemos el salmo dentro de los restantes de los salmos y de la realidad de un pastor de ovejas de oriente medio, que era el contexto en que David vivía, vemos que no es eso lo que David quería decir, en el a salmo 23 encontramos la expresión ¨VALLE DE LA SOMBRO DE LA MUERTE¨, lo que nos indica que podemos observar a la oveja pasando por momentos de dificultad, hasta llegar a los pastor abundantes y las aguas tranquilas, recordando que estos pastos y aguas están ubicadas en medio del desierto, ¿Cómo entender la afirmación que leemos en el verso de hoy?, como lo establece el original hebraico, ¨El Señor es mi pastor, no faltara¨, veamos que en este caso quien no falta es el pastor, pues ni en los momentos de dificultad la oveja será dejada sola, por lo tanto amados en toda situación el Señor es con nosotros, independientemente de la circunstancias, el Señor no faltará, tengamos en el nuestro consuelo y la seguridad.

 

 

 

OREMOS:

 

Padre de Amor, ayudanos hoy a entender que si el Señor, fuere nuestro pastor nada nos faltará, el pastor no nos falta asi tengamos que pasar por el valle de la muerte, el Señor va a estar con nosotros, es la promesa que nos hace, por eso asi estemos pasando dificultades permite que tu espíritu nos conduzca e mejoremos en el camino a la salvación. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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