Proverbios 10:22 ¨ La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.¨
Amados, que la paz del Señor este con todos y seamos siempre bendecidos. Una vida de servicio cristiano es una gran ofrenda que glorifica y honra a Dios, por eso continuemos colocando nuestro aporte en esta obra, apoyando al necesitado, brindando sabios consejos, siendo ejemplos de conducta para el prójimo, reflejando la presencia de Dios en nuestras vidas. Compartamos el mensaje con nuestros conocidos, amigos y demás, para demostrar de este modo amor al prójimo.
Un verso lindo que fue escrito por Salomón es este. Las personas son destruidas por aquello que buscan y a lo que le atribuyen valor, es solo la presencia de Dios lo que transforma, redime y da significado a lo que somos, nuestros padecimientos y dolores inician cuando Dios es forzado a dejar el centro de nuestras vidas, porque nosotros permitimos que falsos dioses ocupen su lugar en el altar del corazón, después de la caída por naturaleza el ser humano no tiene paz en el corazón y en nuestro intento de resolver esa situación agravamos más nuestro estado, permitiendo que usurpadores nos gobiernen, esa sustitución produce terribles consecuencias, pensamos que nuestros problemas serán resueltos por la acumulación de cosas, esas huidas continuas se convierten en un cáncer fibroso y enraizado que nos subyuga y manipula, codiciamos demás las cosas, lo que nos lleva a ser materialistas, amando al materialismo el cual es la doctrina de que el único bienestar en la vida se encuentra en la seguridad patrimonial, en efecto el materialismo coloca una etiqueta equivocada en las cosas de este mundo y las cosas de Dios, es una ilusión pensar que solo los ricos son victimas de ese asedio, en muchos casos, los ricos son dominados por lo que tienen y los pobres por lo que quisieran tener, pero el resultado es el mismo, el materialismo comienza con nuestras creencias, primeramente lo que decimos creer y lo que realmente creemos, los cristianos pueden negar la teoría materialista pero se convierten en materialistas prácticos, pues el materialismo es una raíz que esta en el corazón y no puede ser corregida por seminarios o discursos de moralidad, la única esperanza es un cambio radical en nuestra visión, únicamente Dios puede ofrecernos el contexto adecuado para entendernos a nosotros mismos y el lugar de las posesiones y dinero, por ejemplo los diez mandamientos en su estructura inician con Dios, pasan para las personas y luego terminan con las cosas, ese debe ser el orden de nuestros valores, de las prioridades, las cosas no pueden ocupar el lugar de las personas y las personas no pueden ocupar el lugar de Dios.
Padre querido, no permitas que desarrollemos un corazón materialista, en lugar de ello otórganos una nueva visión, para poder reordenar nuestras prioridades y valores, para que podamos cumplir tu voluntad y honrarte con nuestras acciones. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo por quien todo lo concedes.
Amen.