Deuteronomio 14:1 ¨Hijos sois de Jehová vuestro Dios; no os sajaréis, ni os raparéis a causa de muerto.;¨
Padre Adorado, edifica nuestra fe, pues por la fe en tu hijo Jesús, llegaremos a ti. Extiende tu bendición sobre este material para que sirva de semilla que contribuya a transformarse en planta dadora de frutos, cautivando los corazones de las personas que hoy nos nutrimos de tu enseñanza.
Amados, que la paz del Señor esté con todos y seamos siempre bendecidos. La primera cosa a entender es que Dios tiene un pueblo y que en nuestros tiempos este pueblo está regado en las más diversas denominaciones religiosas, son las personas sinceras, verdaderas, las que están buscando mejorar cada día, en el poder y la misericordia de Jesús, ese pueblo requiere ser diferente de todo lo que es presentado por el mundo por allí. Debe integrarse al mundo, pero debe ser la luz, ello no tiene que ver con el brillo propio, ello tiene que ver con la capacidad de iluminar, ahora aunque integrados al mundo nosotros requerimos tener una diferencia, ella es que paguemos el mal con el bien, que tengamos a todas las personas como hijos de Dios, en ese contexto es dicho: No se corten, en función de los muertos. Sin embargo, no debemos cortarnos ni marcarnos por motivo alguno, nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo, por lo menos no es pecado cuando una mujer se hace los hoyitos para los zarcillos en la oreja, pero el ser humano va tomando confianza y comienza haciéndose uno, luego cuatro, luego diez, después empiezan a tatuarse y ese tipo de posturas, no son agradables a Dios. Ahora bien, Dios nos ama a todos, quiere lo mejor para todos, sin embargo, si queremos hacer parte de la nación santa, tenemos que ir reflexionando en que estas prácticas no son convenientes, debemos buscar la orientación de Dios sobre aquello que desea y no desea para nuestras vidas.
OREMOS:
Padre de amor, muestranos siempre aquello que debemos hacer, aquello que va a glorificarte, queremos siempre hacer tu voluntad y obtener las dadivas que tienes preparadas para los vencedores. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen