Isaías 6:5 “Entonces dije: !!Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.”
Amados, que el Señor nos bendiga y su paz este con todos. Estudiemos la biblia en forma diaria, puede ser a cualquier hora, de tarde o de noche, pero preferiblemente de mañana, para que tengamos el consejo de Dios presente a lo largo del día y podamos responder con mansedumbre, calma, paciencia a las situaciones que se nos presenten.
En el sentido común humildad se refiere a alguien desprovisto de recursos materiales, generalmente se entiende de ese modo, en el diccionario establece que es alguien que se siente inferior a otra persona, ahora en el texto de hoy podemos encontrar la característica bíblica de humildad, Isaías estaba en visión y en ella el pudo contemplar al Señor en su santuario, y al encontrarse con esa escena el reconoce su indignidad, su estado de perdición, es eso que el sentido de la presencia de Dios nos trae debido a que al aproximarnos al Señor no debemos quedar orgullosos y vanidosos, debemos reconocer nuestra verdadera condición, la presencia tan pura y tan santa de Dios trae a la luz la realidad de que nuestra condición verdadera es de pecadores, nuestros labios y corazones son impuros, por eso vamos a pedir a Dios hoy su presencia en nosotros, pues solo cuando el habita en nosotros es que podremos alcanzar la humildad que el Señor desea para nosotros.
OREMOS:
Padre de amor, ayúdanos a mejorar continuamente en todo ámbito de nuestras vidas, queremos glorificarte con nuestros actos y honrarte con los resultados de bendición que se producirán, contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen