27 de Diciembre: Diga al pueblo que marche

Éxodo 14:10 “ Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. ¨

 

 

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, en cualquier situación el verdadero cristiano debe permanecer tranquilo, ello es una necesidad humana, la cual fortalece nuestra salud ya que cuando nos alteramos nuestras defensas bajan y nos hacemos propensos a adquirir enfermedades. Pasemos esta información a todos nuestros contactos, así estaremos practicando el mandato de amor al prójimo.

 

 

En ocasiones una situación puede parecer mala pero en realidad es para nuestro bien, el bebe reclama cuando es sacado del vientre materno porque se le saca de un ambiente cómodo para él, pero sin duda si fuere dejado en ese lugar moriría, las cosas que Dios ordena son para nuestro bien, eso es lo que se puede percibir en la historia del libramiento del pueblo de Israel, contenida en Éxodo 14:10-22, Dios tiene el poder de transformar situaciones difíciles en situaciones milagrosas, y al enfrentar las dificultades nos cuestionamos muchas veces, si Dios esta a nuestro lado, así allá sido él quien nos haya mandado a seguir, por eso con Dios más vale lo que alcanzaremos que lo que atrás hemos dejado, esto se relaciona con la conclusión de la historia del libramiento del pueblo de Israel, donde el mar se abrió y ellos marcharon por tierra seca, esto nos deja la enseñanza de que siempre vale la pena confiar en Dios, entonces si él nos manda a seguir, sigamos porque él conoce el futuro como que si fuere pasado, y sabe con certeza lo que es mejor para nosotros.

 

 

OREMOS:

 

Padre querido, ayúdanos hoy a tener una confianza plena en ti, a liberarnos de esos prejuicios que nos impiden cumplir tu voluntad, contribuye con nosotros para que seamos mejores siervos. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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