Lucas 18:16 ¨Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.¨
Que la paz de Dios, sea con todos, que las misericordias se extiendan sobre nosotros y nuestros seres amados, este día continuamos en el estudio, reflexión y meditación bíblica como parte de nuestra preparación para la próxima venida de Jesús, la cual se producirá en breve, ahora bien, aunque estudiar, meditar y reflexionar sea bueno, de nada sirve si no ponemos en práctica lo que se nos enseña en este tipo de materiales, por eso precisamos practicar cada vez más estas enseñanzas. Como primer acto de estas maravillosas prácticas, vamos a compartir este material con nuestro prójimo, y cumplamos lo previsto en Marcos 16:15.
Esas palabras fueron dichas por Jesús en el momento en que los niños eran traídos hacia Jesús para que el los bendijera, los discípulos creían que sería una carga o desviaría a Cristo de su objetivo, pero Jesús desde su amor reprendió a los discípulos con estas palabras, contenidas en el versículo que encabeza este material, al usar estar expresiones Jesús se refería a la pureza, a la simplicidad, que tenían los niños, y esas cosas deben caracterizar a todo aquel que debe o busca ser salvo algún día. Es cierto que vivimos días difíciles, eso no es novedad para nosotros, comúnmente en la cotidianidad se cometen muchos crímenes contra los niños, eso ocurre porque la gente se está alejando de Dios y dejando que el enemigo tome cuenta de sus acciones y decisiones, por supuesto que nadie aprueba esa actitud, por tal motivo lo que podemos hacer es prevenir estos hechos, cuidando a nuestros seres queridos, especialmente a los niños, predicando y evangelizando más en la sociedad para lograr plantar la semilla del cambio, y de esa manera quien todo en mundo busque seguir a Jesús, para llegar al Padre Celestial, y adopten mejores actitudes, porque el evangelio nos otorga un amplio poder para mejorar la sociedad, en tal sentido, por los eventos malos que ocurran no dañemos a la gente, más bien procuremos ayudarla, mejorar a la sociedad predicando la buenas nueva de salvación, evangelizando, así protegeremos a muchas personas, especialmente a los niños.
OREMOS:
Padre amado, gracias por todo lo que nos das, permítenos ser fuertes y mantenernos firmes, haciendo tu voluntad a pesar de las tentaciones del enemigo. Ayúdanos siempre. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén.