Proverbios 3:27 ¨ No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo.¨
Padre nuestro, que tu gracia y tu paz nos alcance en todo momento, agradecidos estamos por este maravilloso día, la oportunidad especial de compartir tu palabra bendita siempre es valorada por nosotros, deseamos agradarte mediante alabanzas considerando este texto como símbolo para tu glorificación, instrumento con el cual se pretende contribuir a la evangelización de tu pueblo.
Amados, requerimos ser leales a nuestros principios cristianos, aunque existan personas que ignoren retribuir el bien con el bien, tenemos que perseverar en ese compartir de la palabra de esperanza que el señor nos otorga. Ya que nuestra recompensa viene de lo alto y nuestro padre celestial nos cumplirá. Este versículo, desarrolla de manera integral, el mandamiento de “Amar al prójimo como a sí mismo”, dándonos a entender que si tenemos la oportunidad y posibilidad de hacer algo para mejorar la calidad de vida de alguien, debemos hacerlo, pues ello es agradable a nuestro padre celestial. Notamos que cotidianamente las personas únicamente se aman a sí mismas, al dinero y los placeres del mundo, ellas sienten amor por aquellas cosas que los alejan de Dios. Esa conducta egoísta, es un amor mal dirigido o conducido de forma inapropiada, lamentablemente ese tipo de actuación les priva de sentir el placer de dar sin mezquindad y recibir bendición en abundancia. Los genuinos hijos de Dios, conseguimos actuar con generosidad, teniendo claro que solo el hecho de dejar en el piso al caído o desatender la necesidad del carente, cuando tenemos los medios, puede constituir un pecado de omisión, de manera que en lo sucesivo actuemos en beneficio de otros siempre que tengamos la oportunidad y obremos en tal sentido sin mezquindad.
OREMOS:
Padre de bondad, gracias por todas las bendiciones que nos concedes, otórganos nuevas oportunidades para brindar ayuda al necesitado, llénanos de aptitudes para rendir más en beneficio de los demás y de nosotros mismos. Así hacemos estas peticiones en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen