25 de Mayo: El fugitivo

Jonás 2:7 ¨Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.¨

 

 

Amados, precisamos buscar cada día a de Jesús, pues él es el único camino que nos conducirá a Dios, y nuestro Padre Celestial, se agrada al notar que estamos cumpliendo su voluntad. Y expresemos hoy, la siguiente frase: ¨Estamos en victoria¨. Repitamos siempre esta frase, agradezcamos a Dios por las cosas que tenemos, y las que aún no son, pero que en nombre de Jesús van a ser, de esa manera estaremos manteniendo una comunicación positiva con la vida, mantenemos el impulso para continuar procediendo en fiel cumplimiento a la voluntad de Dios, y en cualquier momento somos bendecidos, quienes creen esto, diga ¨Amen¨. Llevemos este material a nuestro prójimo de las maneras acostumbradas, así los bendeciremos.

 

 

Quien conoce la historia de Jonás, podrá comprender que una larga secuencia de paradojas, envolvieron la experiencia vital de ese hombre, él era un profeta de de Dios pero escapo de la presencia del Señor, fue lanzado en el mar embravecido pero no se ahogó, Jonás predico arrepentimiento, pero quedo enojado cuando el pueblo se arrepintió, fue bien extraño, el fue el único profeta especialmente enviado a los paganos, su libro no hace mención alguna al pueblo escogido de Israel, lo que constituye una reprensión para los israelitas, ellos tenían tantos profetas pero no atendían a ninguno de ellos, Jomas pensaba que los paganos no debían ser salvos, seguramente hayamos conocido a alguien así, que dice ¨¿Por qué preocuparse por los habitantes de un territorio remoto?, hay tanto trabajo para hacer en nuestro propio país¨. Así como Jonás, podría haber encontrado distintas oportunidades para predicar en Israel, existía también una obra a ser realizada en el exterior, lo importante la verdad es estar dispuestos a hacer la obra de Dios, donde sea que el nos indique, Jonás huyo en una dirección pero Dios le recomendó que fuera en otra, su viaje fue caro, tanto en valores materiales como humanos, el precio de su pasaje no fue pequeño, su rebelión, le costó a los propietarios del navío donde había abordado, la carga que ellos llevaban, también hubo un trauma de la población,  el pecado es una alternativa muy costosa. Jonás encontró abrigo en el vientre de un gran pez, en ese lugar extraño, el encontró a Dios, el Señor no lo impulso para allá, pero Dios lo siguió, porque Dios no obliga a nadie a caer en dificultades, pero él a veces permite que las dificultades ocurran para que el promueva su propósito universal, pero la mayoría de las veces nosotros somos los únicos responsables, por estas situaciones desagradables, la experiencia de Jonás se convirtió en una lección para él y el prójimo, inclusive el Señor Jesús uso esta historia como lección práctica, a veces nuestras tribulaciones y dificultades pueden ayudar a personas que no conocemos, pero eso será posible si confiamos en Dios y cooperamos con él. Mantengámonos bendecidos, escuchemos la voz de Dios, sigamos su orientación, no tengamos miedo, y creamos que aun cuando fallamos, el Señor en su infinita gracia y misericordia, no nos deja y de alguna forma nos redirige al camino correcto, para nuestro bien y el bien de las personas que están a nuestro alrededor, porque el Señor es maravilloso.

 

 

 

 

OREMOS

Amado Padre, tu sondeas el corazón de nosotros y sabes que en ocasiones huimos de tu presencia, corremos de tu voluntad, pero te alabamos porque en tu infinita gracia y misericordia, nos rediriges a estar nuevamente en el camino a la salvación. Contribuye con nosotros. Ayúdanos siempre. Así pedimos en nombre de Jesucristo.

 

Amén

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