Génesis 1:31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
La paz del Señor sea con todos. Es siempre un placer destinar algún tiempo para estudiar la palabra de Dios, cada vez que nos detenemos a meditar en la Biblia es como si estuviéramos escuchando al propio Dios hablar, dándonos una charla de direccionamiento para que enfrentemos desde una mejor perspectiva nuestras vidas y desarrollemos actos dirigidos a glorificarle. Compartamos este material con nuestro prójimo para bendecirlo.
Cuando Dios creo al mundo todo era bueno, la muerte era desconocida para Adán y Eva, en ese contexto Dios advirtió a la pareja lo previsto en Génesis 2:16-17 ” De todo árbol del jardín pueden comer libremente, pero del árbol del conocimiento del bien y el mal, no deben comer; porque en el día que coman de el, ciertamente morirán”. El texto de hoy muestra la existencia del libre arbitrio en el Edén, si no pudieran escoger, si comer o no del fruto ¿ Por qué Dios advirtió a la pareja?, algún tiempo después de la advertencia divina, Satanás asumió la forma de una serpiente, y entró en el Edén, y en el Jardín el enemigo se aproxima de Eva y empieza a tentarla para que ella comiera del fruto, desde la perspectiva de la lógica humana, el argumento de la serpiente sonó mucho más convincente que la palabra de Dios, porque no había evidencia hasta aquel momento, de la existencia del pecado, de la existencia de la muerte, algunos creían que la serpiente estaba comiendo del fruto, del fruto que Dios había prohibido, entonces ¿Por qué Eva debía contenerse para no hacer lo mismo?. La orden de Dios parecía ser restrictiva demás, y sin sentido lamentablemente al decidir entre las dos declaraciones conflictivas, la de Dios y la de Satanás, Eva ignoro tres principios básicos, primero la razón humana no es el método más seguro para evaluar cosas espirituales, segundo la palabra de Dios puede parecer ilógica pero siempre es correcta y confiable, tercero hay cosas que no son erradas ni incorrectas en si mismas pero Dios las escogió como pruebas de obediencia, por eso debemos estar conscientes de que la experiencia de Eva no es un caso único, todos los días debemos elegir entre la palabra de Dios y las ofertas seductoras del enemigo, pero no olvidemos que nuestras elecciones tendrán consecuencias eternas, por tanto elijamos siempre estar al lado de Dios, cumpliendo su voluntad.
OREMOS
Padre querido, permítenos oír tu voz siempre, seguir los consejos de la palabra Bíblica y hacer tu voluntad. Ayúdanos cada vez. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén