23 de Julio: Como Jesús trataba a las mujeres

Juan 4:27 ¨En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?¨

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, Dios nos favorezca este día hermoso, hoy tenemos la posibilidad de continuar alimentándonos de su palabra, de ser mejores siervos, de llevar a más personas a los caminos de Salvación, a convencer a más personas de aceptar a Jesús como Salvador Universal. Difundamos este material.

 

 

En oriente un hombre no aborda a una mujer extraña en la calle para saludar, y menos para conversar, los judíos consideraban extremadamente impropio, que un hombre, especialmente un rabino, maestro, dialogase con una mujer en público, una de las reglas de ellos estipulaba que ningún hombre podía hablar con ninguna mujer en la calle ni siquiera con la propia esposa, de allí la sorpresa de los discípulos cuando encontraron a Jesús hablando con una mujer junto al pozo de Jacob, mientras tanto Jesús no tenía prejuicios, ni contra los samaritanos, ni contra las mujeres, ni contra nadie, en su gran amor, por los seres humanos, Jesús tomó la posición de las mujeres de su tiempo, víctimas de prejuicios, racismo, sexismo, discriminación, los judíos consideraban a las mujeres seres inferiores, no les permitían entrar al templo, y menos que ellas participaran activamente en el culto, ellas no podían hablar, orar en voz alta, algunos decían que era mejor quemar la ley que enseñarle a una mujer, cosas absurdas, Cristo quebró esos patrones, tratando a las mujeres como iguales, así en las reuniones en donde Jesús predicaba tanto hombres como mujeres, tenían el privilegio de oírlo, la enseñanza judaica prescribía que la mujer quedaba solo en casa y cuando salía a la calle lo hacía con permiso del marido, pero en el ministerio de Jesús las mujeres ejercían un rol de acompañantes del ministerio apostólico, varias de ellas fueron objetos de sus milagros y compasión, al proceder de esa manera Cristo estaba restituyendo la igualdad entre mujeres y hombres, la misma que él había conferido desde la creación, Eva fue creada desde una costilla de Adán, lo que significaba que no lo debería dominar como cabeza, ni ser pisada con los pies, sino estar a su lado como igual, Eva debía ser cuidada por Adán, así que devolvamos a la mujer su lugar de honor en todos los días de nuestras vidas, Dios nos bendiga. En el cristianismo no predicamos machismo ni inferioridad de la mujer, en el cristianismo no predicamos feminismo, allí se predica es compañerismo.

 

 

 

 

OREMOS

 

Amado Padre, te alabamos por tu palabra que es muy hermosa y nos motiva a mejorar diariamente en nuestras actividades para darte la honra y la gloria, porque nos indicas que no hay superiores ni inferiores, porque nos indicas que debemos valorar a la mujer, a actuar siempre como compañeros, todo en beneficio del evangelio y la correcta convivencia. Ayúdanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amen.

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