2 Pedro 1:4 “ por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;”
Amados, que el Señor nos bendiga y su paz este con todos. Que la gracia del Señor nos renueve y que por su misericordia obtengamos el perdón por nuestras fallas, para que podamos tener un día agradable en su presencia. Que nosotros podamos abrir mano y soltar nuestra ansiedad para lanzarla al abismo, porque Dios tiene cuidado de nosotros.
¿Alguna vez hemos pensado en el privilegio de ser participantes de la naturaleza divina?, ¿Sabemos el significado de esto?. Bien, tratemos de entenderlo de manera simple, Cristo es una fuente abierta e inagotable, de la cual podemos beber una vez y beber otras veces más. En Cristo siempre encontraremos nuevo abastecimiento, por eso nadie vendrá a el a no ser que sean atraídos por su amor, nadie se alimentara del pan de vida que bajo del cielo o beberá del agua de la vida, que viene de Dios sino aquellos que se someten a las suplicas del Espíritu Santo, y todos los días el Espíritu nos habla. ¿Ya percibimos eso?, nos referimos a la manera de como Dios trabaja en nuestras vidas todos los días, una vez Dios concedió los tesoros en el cielo mediante Cristo su hijo unigénito, ¿Cómo puede el pecador despreciar tan grande salvación?, ¿Cómo puede alguien evadir la provisión hecha por Dios?, no habrá disculpas para nadie que rechace la salvación en el día de su condena, el don de la vida es liberal, es concedido de forma graciosa para toda la humanidad caída por causa del pecado, entonces Cristo nos concede tal salvación y podemos convertirnos en participantes de la naturaleza divina y obtener el don de la vida eterna pues es abundantemente concedida a todos los que la buscan mediante las formas señaladas por Dios ahora los que persiguen paso a paso en el Señor crecen diariamente en su gracia, pasaran a comunicar el conocimiento de las riquezas de Cristo a las personas que se les acercan al permitir que sean atraídas a Cristo, y acepten a Jesús como el real salvador, cuando encontremos esa unidad con Cristo, nos haremos elegidos de Dios, no por nuestras obras sino por la gracia de Cristo pues todas sus buenas obras fueron realizadas por medio del poder del Espíritu de Dios, por eso nunca olvidemos que todo proviene de Dios, busquémosle, aceptémosle y veremos su gran amor.
OREMOS:
Padre de amor, gracias por la provisión que fue hecha por nuestra salvación, que podamos hoy apropiarnos de ella aceptando al Señor como nuestro salvador universal. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen