Génesis 45:8 ¨ Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.¨
Amados, que la paz del Señor este con todos y seamos siempre bendecidos. Dios hace milagros en nuestras vidas, solo tenemos que ser obedientes al mandatos y percibiremos la manera en que nuestro Padre Celestial abre las puertas, las cuales no podrán ser cerradas por nadie sino por nosotros mismos si variamos nuestro actuar. Cuando pasamos de la obediencia a la desobediencia, nosotros mismos destrozamos la obra que Dios ha realizado en nuestras vidas. Tengamos atención de lo que hacemos, pero decidamos para siempre permanecer en obediencia.
Como ya es parte de nuestra rutina diaria, comenzamos realizando una reflexión sobre la palabra escrita de Dios. Es de extraordinaria belleza el final de la historia de José sus hermanos ni de lejos, divisaron la conexión entre el hermano que habían vendido y ese poderoso príncipe, de gran autoridad en el territorio egipcio, quien había llevado a José hacia donde estaba fue Dios y no las elecciones humanas, aparentemente Dios era indiferente cuando los hermanos lo lanzaron al pozo, cuando fue vendido como esclavo, cuando las mentiras de ciertos personajes aumentaron sus desgracias y lo colocaron en prisión, pero cada hecho en esa línea de eventos tenia lectura diferente de las apariencias, precisamente los acontecimientos que parecían golpes cercanos al final, lo impulsaron y llevaron su vida mas cerca de la realización del propósito divino, tres veces en la narrativa la historia de Jose refleja su percepción de la providencia divina, en este drama el principal actor fue el altísimo, cada detalle en la historia es utilizado en base a un propósito superior, invisible a los ojos humanos. Providencia divina es una frase exclusiva del cristianismo, ello no indica que Dios tenga alguna sociedad con el mal, (de ninguna manera!). ¨Cuando las personas pecan, las fallas son personales¨, la parcialidad de Jacob, fue su pecado. Dios no forzó a los hermanos de José a hacer lo que hicieron, tampoco es culpable de los otros eventos trágicos acontecidos con José, en general José a lo largo de todas estas ocurrencias fue desarrollando capacidades, nuevas formas de reaccionar basado en los consejos de Dios, así como en la providencia divina, por tanto en todos los pecados contra José nuestro Dios pacientemente trabaja en su favor, (Cumpliendo de manera sorprendente su promesa de jamás dejar caído al justo), todo para gloria final de sus propósitos. La providencia divina ayuda a José a elevarse sobre cualquier sentimiento de venganza, revancha o rencor, si José se hubiera vuelto amargo, alocado o alterado, habría perdido la percepción de las nuevas posibilidades, esta percepción lo convierte en un ser humilde y lleno de gratitud al atribuir a Dios todo el éxito de su vida, José se acordó de sus sueños y los materializó, nuestro Dios también nos dio un sueño que es reencontrarnos con Jesús y un día reinar con él, caminemos firmes hacia la materialización de ese sueño.
Padre amado, en estos momentos aunque conocemos que hay hermanos cayendo en desobediencia a tus mandatos y violando la percepción divina, permítenos interpretar y cumplir tu voluntad para cumplir tu propósito en nuestras vidas. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo por quien todo lo concedes.
Amen.