Deuteronomio 4:30 “ Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz;¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, mucha calma a toda hora, las tormentas son cosas temporales, más temprano que tarde pasan, en ocasiones al ver a un gigante pensamos en que no lograremos vencer, pero si realizamos las pequeñas acciones para conseguir súper, vamos a conseguir superar manteniendo la constancia en el progreso, teniendo esto presente vamos a compartir este momento especial con Dios, pues en este momento nos detenemos para oír su voz, quizá en este día estemos angustiados, sufriendo por algún problema que al parecer no tiene solución, y es por eso que estamos aquí para aprender cada día mas de Dios, para saber cómo actuar en los momentos de crisis, y una cosa es clara: ¨Dios no va a desampararnos¨, y cuando la tormenta pase, tendremos un sentimiento hermoso por haber superado la adversidad. No desistamos y compartamos este material por nuestras redes sociales, para que la bendición alcance a otros.
Este hermoso texto trae a nuestros corazones una gran felicidad, un mensaje motivador, pues indica que si estamos viviendo algún momento de angustia y tristeza, donde todos los pasos dados parecen que no han sido fructíferos y en consecuencia no nos han llevado a lugar alguno y nuestras vidas acaban transformándose en un nudo, o termine por tomar un rumbo desconocido donde no tengamos alternativas, y no sabemos qué hacer para salir de ese laberinto, sepamos que obedeciendo los mandatos de Dios podemos ser conducidos a lugares mejores, porque en los momentos más oscuros y sombríos podemos recurrir al que todo lo puede, a ese Dios que nos ama y quizá hayamos sufrido más de lo necesario, pero Dios nos invita a que le entreguemos nuestras cargas, él va a aliviarnos. Existen muchas personas que dicen que confían en Dios pero no confían nada, hay personas que dicen entregar sus problemas al Señor pero se abrazan a ellos y no los entregan, viviendo en angustia, preocupación, desespero, y eso produce insomnio, sufrimiento, entonces busquemos al Señor y entreguémosle nuestra angustia, solamente él es capaz de traernos la frescura de un nuevo amanecer en nuestras vidas, entonces continuemos buscando, continuemos orando, continuemos descansando en las promesas de Dios, el no falla. El texto leído hoy es claro al indicarnos que cuando tuviéremos angustia y todas esas cosas, busquemos al Señor, él cumple todas sus promesas. Dios quiere solucionar nuestros problemas y nosotros debemos permitírselo.
OREMOS:
Padre querido, gracias por siempre cumplir tus promesas y nunca fallar, ayúdanos a vencer cualquier obstáculo, cualquier adversidad, cualquier gigante, dirígenos siempre para vencer y alcanzar sentimientos de paz y amor, al obtener la victoria. Ayúdanos siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.