Daniel 3:1 “El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura era de sesenta codos, y su anchura de seis codos; la levantó en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia.”
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Agradezcamos primeramente a Dios, que podemos formar parte de nuestra rutina diaria, separar un tiempito para escuchar la voz de Dios la cual esta expresada en la palabra bíblica, que nos aconseja e intenta perfeccionar nuestro carácter ante los diversos eventos que pueden ocurrir, para así glorificar el nombre de Dios. Recordemos que lo más importante es hacer realidad los estatutos de Dios en nuestras vidas para asi ganar almas a sus caminos.
El libro de Daniel, fue escrito seiscientos años antes de Cristo, esta obra nos trae valiosas enseñanzas. Seguramente ya hayamos visto un busto, que es la representación de la cabeza y la parte superior de un personaje admirable que merece ser recordado por sus obras en cualquier aspecto, esa clase de homenajes es muy común en plazas públicas principalmente. En el texto de hoy no encontramos necesariamente la descripción de un busto, pero encontramos la descripción de un importante monumento, un tiempo luego de haber recibido un mensaje de Dios en un sueño, el mensaje que el rey debía pasar a su pueblo, fue erróneo, porque mando a crear un monumento de veintisiete metros de altura aproximadamente, para que el pudiera ser recordado y reverenciado, por sus súbditos, en el sueño el había recibido la información de que la cabeza de oro, representaba su imperio, probablemente con eso en mente el manda a levantar ese monumento entero de oro y no solo una fracción o pedazo, ¿Cuál era el mensaje que el estaba queriendo transmitir al hacer eso?. Si en el sueño el imperio babilónico era simbolizado por la cabeza de oro, esa otra estatua era toda de oro, lo cual simbolizaba la perpetuidad de su reino, este rey quedo impresionado un tiempo con la interpretación del sueño de la estatua, que le mostro a el acontecimientos que llegarían hasta el fin de los tiempos, pero esa impresión no duro mucho tiempo, su corazón no estaba purificado de la ambición, del deseo de exaltación propia y este era su pecado ¨LA VANAGLORIA¨, lo interesante es que la imagen usada por Dios para revelar sus propósitos eternos, al desdoblarse ante ellos en importantes eventos ahora esta siendo usada para glorificación de poder humano, siendo que la sumisión a aquella orden del rey, representaría el reconocimiento de la divinidad del rey y la supremacía de sus Dioses, la estatua del sueño era para recordarle sus limitaciones, en contra parte el monumento de oro representaba la pretensión de aquel rey de querer sustituir el reino de Dios, ¿Sera que nosotros hemos querido hacer esto en nuestras vidas?, la supremacía en nuestros corazones debe pertenecer a Dios y a nadie más.
OREMOS:
Padre de amor, gracias por los consejos dados en tu palabra, por la manera en que te manifiestas en nuestras vidas, permítenos demostrar con hechos que te sean agradables que eres el monarca de nuestros corazones y vida entera, contribuye con nosotros para ganar almas a los caminos del evangelio. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen