20 de Enero: Síndrome de envidia

Proverbios 23:17 ¨No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo;¨

 Amados, la paz del Señor sea con todos y seamos siempre bendecidos.  Que bueno es comenzar el día en la presencia del Señor, separando un tiempo para nutrirnos de su palabra, además de buscar compartir por todos los medios este material y conseguir ganar mas corazones a los caminos de Dios.

 

¿Qué seria tener envidia?, podemos ver que de acuerdo al diccionario de GOOGLE, es lo siguiente: ¨ Sentimiento de tristeza o enojo que experimenta la persona que no tiene o desearía tener para sí sola algo que otra posee. ¨ siendo así, envidioso es aquel que siente o tiene envidia, en la envidia miramos a las personas de abajo para arriba, miramos a las otras personas y nos gustaría ser como ellas o tener lo que ellas tienen, alcanzar lo que ellas alcanzaron, y que a nuestros ojos ellas son mejores que nosotros, no por inspiración sino porque nos sentimos irritados con el éxito que ellos han obtenido. Esa irritación nos lleva a desear no apenas las cosas que esas personas tienen y ser lo que ellas son, pero si a desear lo que ellas no tienen, y ser o tener lo que ellas no son. En este punto, vamos a diferenciar la ambición y la avaricia, en la ambición nosotros tenemos un deseo legítimo de ser mas, de tener mas, a diferencia de la avaricia donde nosotros deseamos solamente para nosotros mismos, deseamos todo sin querer que sobre para el otro, la envidia se instala en nuestros corazones cuando comenzamos a cuestionar él porque del éxito de las otras personas. Cuando nos sentimos infelices por el éxito de los otros, deseando que el otro pierda lo que tiene entonces somos envidiosos, y aun corremos el riesgo de tener como meta de vida la destrucción del otro, la envidia no nos ataca en nuestros puntos débiles, pero si en aquellos que nosotros nos consideramos fuertes, ¿Cómo reaccionamos ante el éxito ajeno? Si el éxito de las personas nos hace sentirnos infelices y disgustados, deseando el fracaso ajeno, eso significa que somos envidiosos y la envidia es algo que nos aparta de Dios por eso, se considera un pecado. Hoy nosotros necesitamos clamar a Jesús para que nos liberte de la envidia, para que desarrolle en nosotros un sentimiento de gratitud por todo lo que tenemos y somos, y sobretodo un sentimiento de alegría por el éxito de otros, ya que este sentimiento resume la personalidad del cristiano.

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Padre de amor, ayúdanos a estar contentos con todas las cosas que tenemos, a sentir emoción positiva por el éxito de los demás, a ser mejores cristianos, para glorificarte con nuestros actos. Contribuye con nosotros. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesús.

 

Amen.

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