21. Cuando el Jesús dice NO.

La Paz del Señor, sea con ustedes. Es motivo de alegría y un gran placer, reunirnos en este lugar, cada día para meditar en la carta de amor, contenida en la Biblia y como este material, con certeza esta bendiciendo nuestras vidas, compartámoslo con nuestro prójimo por todos los medios y de todas las maneras posibles, para bendecirlos. Así evangelizamos y llevamos almas a los caminos de Salvación.

 

Marcos 5:18-19 ¨ Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. ¨  – ¨ Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. ¨  

 

 

El texto bíblico se refiere a un encuentro que Jesús tuvo con un hombre poseído por demonios, eso aconteció en la región de Gadara la cual estaba ubicada a las orillas de Galilea, este hombre vivía vagando en las tumbas del cementerio, y nadie podía agarrarlo, habían intentado asegurarlo con cadenas, pero él se liberaba, todos tenían miedo de él. Ese hombre era agresivo y vivía atormentado por Satanás, hiriéndose con piedras, ese es un claro ejemplo de lo que puede acontecer con alguien que se aleja de Jesús y da lugar a Satanás, en su vida. Eso debe llevarnos a una seria reflexión, pero lo interesante de la historia, es que cuando de lejos el vio a Jesús, el corrió y lo adoro, clamando en voz alta: «¿Que tengo yo contigo Jesús, hijo de Dios?. Te pudo que no me atormentes». Hasta los demonios reconocieron la divinidad de Jesús, al paso que los judíos, no lo aceptaron y hasta lo acusaron de estar poseído por demonios, que paradoja. En la secuencia de los eventos del texto, Jesús libera a ese hombre de los demonios, y entonces cuando Jesús entra en el barco, el endemoniado, le pide permiso para seguirlo, pero Jesús le dijo NO, pero eso fue porque Jesús tenía otra tarea prevista para ese sujeto, la tarea de dar testimonio en esa ciudad, esa actividad a la larga trajo resultados positivos para todos. En ocasiones, alguna cosa que le pedimos a Dios, no nos es concedida, porque quizá no es lo mejor para nosotros o porque existe otra actividad que puede causar una mayor bendición. Confiemos en nuestro Dios, permitamos que nos guie, nos oriente en todo lo que debemos hacer, y con seguridad todo lo que nos ocurra será lo mejor para nosotros en ese momento. Dios nos bendiga.

 

 

OREMOS:

Padre Celestial, gracias por las maneras en las que te manifiestas en nuestras vidas, condúcenos y guíanos siempre, porque lo que decides darnos o quitarnos, es siempre lo mejor para nuestras vidas. Confiamos en ti. Así pedimos en nombre de Jesucristo.

Amén

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