Lucas 15:13 ¨ No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. ¨
La estructura del exceso es disfuncional en la vida del seguidor de cristo, porque es inapropiado actuar con descontrol o falta de dominio propio, en los diversos ámbitos de la vida, a lo largo de la biblia se explica la razón por la cual la falta de estabilidad en los pensamientos, sentimientos y acciones, puede llevarnos a caer en el abismo del pecado y conducirnos a la ruina.
La parábola del hijo prodigo, es la más conocida, citada y popular de las expresadas por el Señor Jesús, sin embargo ella es incomprendida por lo siguiente: debido a que ella representa la pincelada magistral que Jesús pinta en el cuadro de nuestro Dios, dice Jesús que: ¨Cierto hombre tenía dos hijos, el mas joven le pidió al padre la parte de sus bienes¨, lo que en la cultura occidental equivaldría a la herencia que se deja a los hijos tras la muerte de los Padres, en algunos días el hijo junto los recursos y se fue, pretendiendo jamás retornar, aunque el padre podría haber indicado al hijo quedarse, el hijo estaba emocionalmente distante, ese es el punto vulnerable del amor, el puede ser rechazado, el muchacho estaba decidido a buscar la felicidad lejos de la casa paterna, la tragedia es que en ocasiones buscamos la felicidad en lugares donde ella no puede ser encontrada, el muchacho se fue a un país distante, ese país distante geográficamente puede estar lejos o cerca de nosotros según la relación que tengamos con Dios, porque ese país se encuentra ubicado donde se mueven las creencias paganas, ese país es la inconciencia de la existencia de Dios, vivir como si el no existiera, y actuar alejados de sus disposiciones.
El joven de la historia hizo de la vida un carnaval, donde derrocho de la manera más irracional posible todos sus recursos, vio días alegres y noches deslumbrantes pero tuvo una cita marcada con el desastre, gradualmente el fue bajando hacia su infierno, las amistades duraron mientras duro el dinero, la secuencia que ocurrió fue, así: el perdió su dinero, los amigos se alejaron de el y comenzó a pasar necesidades, porque todos le dieron la espalda y su apariencia de príncipe se convirtió en una apariencia desgastada, digna de la ruina, el cayó en una depresión total, sus ropas costosas se convirtieron en trapos, sus alta autoestima bajo en caída libre hasta tocar el suelo de manera inmediata, la historia de ese hijo es nuestra biografía, todos nosotros nos desviamos como ovejas, nos apartamos del señor y en nuestra ceguera y rebelión intentamos crear paraísos imaginarios, felicidad basada en placeres, adquisiciones y vicios, para solo descubrir el amargo sabor del desencanto, por eso es que este texto nos invita a decirle que no a las alocadas aventuras del corazón y regresemos a los brazos del amoroso padre que está dispuesto a recibirnos de brazos abiertos, para restaurarnos, llevarnos a levantarnos y a reescribir nuestra historia, así como ocurrió con el hijo prodigo.
Por tanto, clamemos con fe para que obtengamos la restauración. Padre de amor, ayúdanos a comprender la lección de la palabra, a evitar el derroche, el descontrol, el desorden, para asi jamás llegar a deprimirnos, cuídanos para que nos alejemos de las conductas pecaminosas y paganas, permítenos tener una amplia visión de un plan y ejecutarlo de modo adecuado para lograr un desarrollo sorprendente para el bienestar de nosotros y de nuestro prójimo. Queremos continuar siguiendo a Cristo para cumplir de ese modo tu voluntad y ser siervos agradables a ti. Peticiones que llenos de fe hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.