Romanos 2:6 ¨ el cual pagará a cada uno conforme a sus obra¨
Padre nuestro, gracias por constantemente extendernos tu favor, también por la generosidad de conceder nuestras peticiones y atender a nuestras suplicas que con genuina fe practicamos diariamente. En este momento continuamos esparciendo tu palabra y pedimos que cubras con tu manto protector a todos los que forman parte de este ministerio, generadores de material, compartidores del material, y a todos los que están envueltos de alguna manera en la evangelización
Amados, en este y todos los días Dios espera que tengamos un día lleno de sonrisas en lugar de lágrimas, que podamos abordar las situaciones de la mejor manera posible para que los resultados que se produzcan sean de bendición para nuestras vidas, contribuyendo a edificar nuestra fe, mostrando al prójimo la presencia de Dios en nuestras vidas, además de permitir que por nuestra causa más almas lleguen a seguir los caminos del padre. El versículo de hoy, esta relacionado a aquella máxima que establece que se cosecha lo que se siembra, por lo menos alguien que siembre papas no puede esperar cosechar zanahorias, en este sentido, si aspiramos a cosechar bendición hemos de sembrar bondad, asi en nuestro actuar hemos de conservar paciencia, calma, amor, benevolencia, sabiduría, entendimiento, temor a Dios y otras cualidades el espíritu santo, con el objetivo de marcar la diferencia dando un ejemplo de conducta que sea capaz de impactar de manera positiva en la vida de los demás, edificándolos, motivándolos, llevándolos de la mano por el buen camino, inspirándolos a la obediencia a la palabra bíblica para evitar cualquier tropiezo. Nuestro proceder debe estar en concordancia con lo que nuestro padre espera de nosotros, naturalmente es posible que podamos perder la paciencia rápido, molestarnos con otros, bromear causando daño, pero nuestro procedimiento no debe estar en sintonía con los pensamientos pecaminosos, sino mas bien en la naturaleza espiritual que controla nuestro temperamento, armonizando nuestro actuar con la palabra de Dios.
OREMOS:
Dios Querido, gracias porque tenemos la seguridad de que siempre estas con nosotros y jamás nos abandonaras, permanece siempre a nuestro lado, gracias porque mueves tu mano en nuestro favor, permite que nuestros corazones sean purificados para seguir con obediencia tu mandato y demostrar nuestra fe sincera, para llegar al reino celestial. Queremos hacer siempre el bien, edificando al prójimo con nuestras cualidades, que esa sea la verdad en nuestras vidas. Son nuestras peticiones, que llenos de fe hacemos en esta oportunidad en nombre de tu hijo Jesucristo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen