Juan 18:38 ¨ Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad?. Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito. ¨
Amados que la paz del Señor sea con todos y siempre seamos bendecidos. Siempre es bueno comenzar el día al lado de nuestro Padre Celestial, quien nos conoce y comprende nuestros corazones, cada vez que pecamos el ya sabía que lo haríamos, por eso está listo para perdonarnos con la condición de que no pequemos más, no regresemos al pecado. El versículo en estudio nos invita a dejar de pecar, aunque lamentablemente en nuestras sociedades, la corrupción es un problema que ha estado latente siempre, afectando en todo lugar, pero esta realidad no debe ser la nuestra, un cristiano corrupto no merece llamarse seguidor de cristo. Por allí hay muchos vendedores de queso, verduras, hortalizas, carnes y demás que dicen ser cristianos pero que unan balanza manipuladas para obrar con corrupción, ignoran la enseñanza dispuesta en Proverbios 11:1, entonces terminan desagradando al Señor.
De igual manera no debemos sobornar a nadie ni dejarnos sobornar, por allí popularmente dicen que cada inviduo tiene su precio, pero no necesitamos vivir según ese dicho popular, porque el precio que cobramos nadie lo puede pagar, debido a que fuimos comprados por la sangre de Jesucristo, nuestro señor y nada ni nadie lograra cubrir esa oferta, el amor incondicional de Dios por nosotros, asi que es nuestro deber marcar la diferencia con honestidad, integridad y buenas costumbres, pero si queremos vivir conforme a un refrán popular, mantengamos este: ¨Con amor y buenos modales, se abren puertas principales¨. El texto de hoy nos muestra la importancia de no dejarnos impresionar por las riquezas materiales, sino guardar nuestros tesoros en el cielo, pues en el cielo obtendremos tranquilidad.
Padre misericordioso, queremos hoy hacer una entrega total para que puedas direccionar nuestros pasos hacia grandes bendiciones, queremos cumplir tus ordenanzas y ser siervos agradables a ti. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo por quien todo lo concedes.
Amen.