18 de Marzo: ¿Un mundo agradecido?

Lucas 17:17 “ Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?”

Amados, que la paz del Señor este siempre con nosotros y seamos siempre bendecidos. Agradecemos por este placer de comenzar el dia al lado de nuestro Padre Celestial. Jesús estaba en camino a jerusalen y paso por una aldea samaritana, cuando llego a la aldea diez leprosos vinieron a su encuentro, ellos no podían aproximarse a causa de la ley Judaica que lo prohibia por el hecho de sufrir esa enfermedad, pero desde lejos llamaron a Jesus y suplicaron por misericordia, Jesus tuvo misericordia de esos diez leprosos qn aquel dia y los curo, entonces de la alegría todos corrieron a sus casas a abrazar a sus familiares, pero uno de aquellos hombres pensó: ¨Hace un momento estaba yo al borde de la muerte, condenado por una terrible enfermedad, pero fui sanado¨ por esta razón decidio regresar y agradecer a Jesus, el salvador pregunto: “¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?, ¿solo tu regresaste? ”, ese que regreso era un samaritano, un extranjero odiado por aquella nación, lo interesante es que muchas veces nosotros corremos en búsqueda de la bendición pero nos olvidamos de agradecer, así que el sentimiento de ingratitud es uno de los peores sentimientos que puede existir, nosotros que somos padres en ocasiones hacemos lo mejor, todo lo que esta a nuestro alcance para nuestros hijos, y recibimos en algun momento una actitud desagradable, una falta de respeto, una ingratitud, quizá sirvamos por muchos años a una empresa, un negocio, unos clientes con la máxima dedicación pero nunca recibimos una palabra de agradebimiento por nuestras labores. Pero soportemos esa situación pues el mismo Jesus vivencio el sentimiento de ingratitud y si estamos cargando con esto abramos mano y soltemos este tipo de sentimiento, Jesus paso por esto y concluyo que es algo común, por tal motivo en este dia no esperemos que sean agradecidos por las buenas acciones que hayamos realizado en beneficio de otros, ya la recompensa de satisfacción personal la tenemos y las bendiciones vendrán a nuestras vidas con certeza. Tampoco dejemos que la ingratitud nos obstaculice de seguir haciendo cosas buenas por el prójimo. Recordemos que las acciones buenas no pueden ser anuladas, asi que la recompensa llegará. Queremos elevar nuestro clamor del siguiente modo:

Padre amado, ayudanos a seguir haciendo lo mejor, a aportar cosas buenas en favor del prójimo, queremos cumplir tu voluntad y ser siervos agradables a ti. Ayúdanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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