Isaías 65:8 “Así ha dicho Jehová: Como si alguno hallase mosto en un racimo, y dijese: No lo desperdicies, porque bendición hay en él; así haré yo por mis siervos, que no lo destruiré todo.”
Padre nuestro, que tu gracia y tu paz nos alcance en todo momento, agradecidos estamos por este maravilloso día, la oportunidad especial de compartir tu palabra bendita siempre es valorada por nosotros, deseamos agradarte mediante alabanzas considerando este texto como símbolo para tu glorificación, instrumento con el cual se pretende contribuir a la evangelización de tu pueblo.
Amados, la paz del Señor sea con todos y seamos siempre bendecidos. Si hemos visto una plantacion de uvas de manera personal, sabemos que se debe cercar un terreno y dejar libre la tierra de cualquier tipo de malezas, para no obstaculizar a las uvas, se construye una alta torre y en el medio de ella se colocaban los mejores ejemplares, en el texto de hoy vemos una escena interesante, el cultivador de las uvas que es Cristo sabe que llego el tiempo de recoger, entonces el agarra el ramo de uvas y observa que muchas de ellas estan podridas, su sentimiento es de tristeza y su reaccion podria ser deshechar el ramo pero sucede que el conoce que hay uvas de buena calidad en el medio y no quiere desperdiciarlas porque ese es fruto de su trabajo, entonces el toma la desicion de preservar lo que esta bueno, es asi que Cristo hara con su iglesia, tipificada por un gran ramo de uvas y la vuelta de Cristo representara la colecta final y el cuadro se repetira por ultima vez, el deshechara las uvas podridas y preservara las buenas, las uvas buenas son llamadas de remaneciente y el representa el remaneciente fiel de cada generacion de la historia de la iglesia, es asi que la iglesia de Dios viene desarrollandose a lo largo del tiempo, de remaneciente en remaneciente asi seguira por el resto del tiempo hasta la ultima recolecta, entonces la analogia de la viña es bellisima y representa el cuidado de Dios para con sus fieles, podemos decidir hoy hacer parte del grupo de las uvas buenas, que son aquellas que temen al Señor y obedecen su voluntad, decidamos hoy buscar a Dios de todo corazon y saquemos tiempo para estar a solas con el, para que el Espiritu Santo haga en nosotros el trabajo apropiado.
OREMOS:
Padre de amor, ayudanos a recibir tu tratamiento para poder convertirnos en uvas buenas y fructiferas, para tu reino, libranos de todo mal y guardanos de cualquier peligro. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen