Amados que la paz del Señor este con todos y seamos siempre bendecidos. El verso de hoy trae un tremendo desafio al cual nos debemos exponer todos los cristianos, se refiere al desafio de hacer el bien al prójimo, es verdad que la religión pone a los hombres en contacto personal con Dios pero no de manera exclusiva, pues los principios del cielo deben ser vividos para que la humanidad pueda ser beneficiada.
Un verdadero cristiano amara a Dios de todo corazón pero también amara a su prójimo como a si mismo, tendrá interés por sus semejantes, la verdadera religión es la obra de la gracia en el corazón, que hace que la vida se torne una fuente de buenas obras, la verdadera religión no consiste en solo permanente meditación, la luz del verdadero cristiano es manifestada mediante buenas obras, siendo asi reconocidas por los otros, por eso la religión no se debe encontrar divorciada de los negocios de la vida, ella debe santificar nuestros emprendimientos y realizaciones ello lo conseguimos cuando la cumplimos estrictamente en nuestros actos. Veamos que cuando una persona esta estrechamente ligada con Dios el espíritu que esta en los cielos influenciara de manera permanente todas sus palabras y acciones, ella permitirá que el individuo muestre obediencia a Dios y lo glorifique en sus obras, generando un ejemplo que motivara a otros a honrar a Dios, nadie ha ejemplificado esta afirmación en la vida como el Señor Jesus, pues en su trato diario con el prójimo quedaba claro su intima relación con Dios, el buscaba atender a todos y demostraba intima compasión, en sentía todo, su objetivo en la vida, era aliviar el sentimiento humano y traer esperanza a los desesperanzados, por esta razón deberíamos disponernos a imitar su ejemplo, recordemos que Dios puede colocar en nuestro camino a personas carentes y necesitadas de una palabra, consejo u orientación y debemos estar dispuestos a ser canal de bendición para ellos hoy y siempre.
Padre querido, al salir a un nuevo dia de ocupaciones, suplicamos que tu bendición nos acompañe, usanos como canales de bendición para aquellos que nos rodean. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo por quien todo lo concedes.
Amen.