171 Quien puede vivir en la presencia de Dios

Salmos 15:1 ¨ Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?¨

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, la paz de Dios sea con todos, es un placer que podamos reunirnos hoy para alimentarnos de la palabra de Dios, aprovechemos estos instantes de meditación para perfeccionar nuestras conductas y mejorar nuestras maneras de ser, para alcanzar la bendición. Compartamos este material, para bendecir la vida de nuestro prójimo.

 

 

En las fiestas sagradas de Israel caravanas enteras se unían para alabar a Dios, allá en el templo y mientras se ofrecían sacrificios y acciones de gracia, imaginemos lo lindo que era ver al pueblo de Dios unido, cantando con los Levitas al entrar al templo, había cantos litúrgicos. Ese Salmo 15, relata lo que es un verdadero Israelita, y lo que él debería hacer, debería ser digno de entrar en el templo, ese Salmo se refiere a la santificación de todo creyente desde Adán, aquel que acepto por la fe la justificación en el sacrificio del Mesías, hizo alguna referencia a las cualidades de quien puede vivir en el templo y vivir en el Santo Monte, el verso 2 dice que lo lograra aquel que vive con integridad, aquel que practica la justicia, aquel que habla de todo corazón la verdad, es decir, es un cristiano maduro, que vive conforme a los principios divinos que él conoce, es aquel que busca vivir y hablar lo que es correcto, en el verso 3, se establece que el verdadero creyente no difama con su lengua, es decir, no habla mal, no acusa falsamente, en el verso 4, el verdadero creyente no aprueba ni se asocia con quien es corrupto, violento o deshonesto, pero honra a los que temen al Señor, ósea que se asocia y valora a aquellos que buscan hacer la voluntad de Dios, ellos buscan de rodearse de verdaderos adoradores, personas rectas y amables, que lo ayuden en la caminata cristiana, en el verso 5 David habla de una ética financiera, el verdadero creyente no presta con intereses altos, como un usurero, el presta para ayudar al necesitado, el administra sus finanzas con honestidad, y no acepta ningún tipo de soborno, para el verdadero creyente dinero fácil no es dinero bueno. Quien de este modo procede, no será derrumbado, así dijo David y nos deja el consejo de que procedamos bien para no ser derrumbados.

 

 

 

 

OREMOS

 

Padre querido, gracias por las maravillosas maneras en que te presentas en nuestras vidas, queremos agradarte cumpliendo totalmente tus mandatos y dando testimonio de tu obra en nuestras vidas. Contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amen.

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