17 de Mayo: Vestidos sucios

Zacarías 3:1-3 ¨ Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle.¨ – ¨ Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?¨ – ¨ Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel.¨

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, días mejores están por venir porque la tendencia es a mejorar siempre, la vida es progresiva cuando realizamos las actividades conforme a la voluntad de Dios, pues cuando hacemos el bien los resultados son siempre de bendición.

Algunos ya hemos requerido ir al tribunal de nuestra ciudad o municipio, y en consecuencia sabemos que para entrar a defender una causa tenemos que usar vestido formal, con buen calzado y condiciones óptimas de higiene, así quien va a los tribunales con mal aspecto esta ofendiendo al decoro de la justicia. En el texto de hoy encontramos a alguien que entre comillas requirió presentarse a un tribunal,  no al cualquier foro sino al de la presencia de Dios, y en el escrito bíblico de hoy tenemos una escena de juicio ocurriendo, aquí quien esta a siendo juzgado es el sumo sacerdote Josué, lo interesante es la descripción que es hecha para sus vestimentas, el texto dice que sus vestidos estaban llenos de suciedad, la palabra hebraica para suciedad es ¨Tezolin¨ la cual representa la suciedad de excrementos humanos y se fuese en los días de hoy de forma alguna este personaje podría entrar al tribunal para comparecer ante el juez, Satanás estaba allí para acusarlo de su inmundicia pero Dios lo reprendió y cambio las vestiduras de Josué por un traje fino y limpio, en la Biblia cambiar las vestiduras de alguien simboliza la substitución de la justicia, la justicia de Cristo en lugar de la del pecador, como por ejemplo en el caso de Adán y Eva estipulado en Génesis capitulo tres, pero pensemos ¿Qué hizo Josué para merecer que sus vestidos fueran cambiados?, la respuesta es simple, es NADA, ya que no existía nada que pudiese hacer para limpiar su pecado, no podemos resolver el problema del pecado por medio de nuestras obras también, porque quien resuelve ese problema es Dios mediante su gracia, ¿Nos hemos sentido inmundos, hemos sufrido con las acusaciones de Satanás?, sepamos que el mismo Dios que hizo que Josué cambiara sus vestiduras, puede cambiar nuestras vestiduras también, solo tenemos que confiar en él.

 

OREMOS:

 

Padre querido, muchas gracias por los vestidos puros de la justicia de Cristo que hoy nos son ofrecidas, ayúdanos a recibir esos vestidos en cambio de nuestras inmundas vestiduras y así ser aprobados en el tribunal divino. Son las peticiones que en nombre de Cristo te hacemos.

Amen.

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