Juan 4:13-14 ¨ Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;¨ – ¨ más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.¨
Amados, precisamos buscar cada día a de Jesús, pues él es el único camino que nos conducirá a Dios, y nuestro Padre Celestial, se agrada al notar que estamos cumpliendo su voluntad. Dios nos otorga alegría y felicidad, para que estemos de buen ánimo en todo momento, para que andemos contentos por la fe, para que contagiemos a los otros de ese sentimiento placentero que otorga el hecho de tener a Dios presente en nuestras vidas, vamos a predicar, a evangelizar, a compartir este material por todos los medios acostumbrados, verdaderamente el prójimo en general requiere conocer de este mensaje esperanzador. Felicidades por la disposición a llevar este material a otras personas.
Este texto bíblico forma parte de un dialogo que Jesús tuvo con una mujer samaritana, una mujer que en principio se negó a colaborar con Jesús para darle de beber un poco de agua, pero Jesús haciendo uso de sus habilidades para la oratoria, le expreso buenos cumplidos que la hicieron modificar su actitud, e incluso ir más allá, quedándose a dar testimonio en su pueblo de aquella hermosa experiencia que había vivido con el Maestro de Galilea, entonces refiriéndose al agua del pozo Jesús dijo: ¨Quien bebiera de esta agua volverá a tener sed, pero aquel que bebiere del agua que yo le dé, nunca más tendrá sed, por el contrario el agua que yo le dé, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna¨, eso es profundo y lindo, las palabras de Jesús penetraron el corazón de aquella mujer, movieron su mente y la hicieron adoptar un nuevo punto de vista, ¨Quien bebe de esta agua, vuelve a tener sed, pero quien bebe del agua que yo le dé, saciara su sed, porque esa agua es una fuente para vida eterna¨, claramente Jesús está hablando de la sed del alma, del vacío interior, esa es la sed que muchas veces sentimos por algo mayor y mejor, y ¿Cuántas veces intentamos llenar esa sed con cosas?, pero todas las cosas nos hacen sentir vacíos, aun cuando estemos llenos de ellas, porque nuestra necesidad es cumplir la voluntad de Dios, seguir a Jesús, para llenar el Espíritu y mejorar nuestras vidas, conociendo esto el llamado es claro, Jesús nos invita a obedecer la voluntad del Padre Celestial, entonces, sigamos a Jesús para llegar a Dios, para ser bendecidos y mejorar nuestras vidas.
OREMOS
Amado Padre, valoramos esta enseñanza y aceptamos tu bendición, queremos obedecer a tus mandatos y hacer de la mejor forma todos los actos para agradarte, para hacer tu voluntad y ser merecedores de tus dadivas. Ayúdanos siempre. Así pedimos en nombre de Jesucristo.
Amén