Salmos 127:3-5 ¨ He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.¨ – ¨Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.¨ – ¨Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, la paz de Dios sea con todos, cada día hagamos de Dios nuestra prioridad, busquémoslo en la primera hora del día y sigamos con él hasta la hora de dormir, vale la pena servir a alguien mejor que nosotros, y como este material está haciendo bien a nuestras vidas, entonces vamos a compartirlo porque es voluntad de Dios que todos compartamos este mensaje con nuestro prójimo para bendecirlo.
Ya entendimos en este Salmo 127, que Dios precisa ser la mayor de nuestras prioridades, por eso el debe estar presente durante todas las actividades que realizamos durante el día, pero en este salmo Salomón se preocupa por un bien mayor que un hombre y una mujer pueden tener, son los hijos, en el segundo mandamiento de la ley de Dios allá en Éxodo 20:6, Dios enfatiza la necesidad de los padres enseñarle a los hijos a adorar únicamente a Dios, el mandamiento dice que Dios tendrá misericordias hasta 1000 generaciones de aquellos que aman y guardan sus mandamientos, es decir, si amamos a Dios y obedecemos a su voluntad, seremos presentes enseñando a nuestros hijos a hacer lo mismo, tendremos una gran influencia sobre el carácter de ellos, y ellos amaran a Dios y respetaran sus caminos, sus mandamientos, es exactamente eso que Salomón quiere decirnos por medio de este Salmo, en los dos primeros versos del Salmo 127 al conducir a nuestra familia por ante Dios, nuestra influencia sobre ellos será divina, ellos serán como flechas en las manos de un guerrero, es decir, irán para el campo de batalla de esta vida con el poder de Dios para vencer a las tentaciones y librarse de los dardos inflamados de fuego del enemigo, ellos serán victoriosos en la batalla contra Satanás, porque serán justos, honestos y libres de culpa, si nosotros hiciéramos nuestra parte en la educación de nuestros hijos en el futuro ellos serán hombres y mujeres mejores que nosotros, y es eso lo que el mundo necesita, de hombres y mujeres que no se compren y no se vendan, hombres y mujeres que en lo íntimo del alma sean verdaderos y honestos, hombres y mujeres, que no tengan miedo de llamar al pecado por su nombre, de conciencia fiel al deber como la brújula lo es al polo, hombres y mujeres sinceros y humildes de fe y coraje, que sean firmes en lo correcto aunque caigan los cielos, que esa bendita herencia sea extendida a nuestros hijos en este día.
OREMOS
Padre querido, queremos recordarnos hoy de nuestros hijos y suplicarte que tu bendición este sobre la vida de cada uno de ellos a donde quiera que ellos estén ahora que puedas bendecirlos y ayudarlos, y que ellos sean victoriosos en las actividades que realicen, todo para glorificarte y alabarte. Contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.