Ezequiel 11:19-20 “ Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne,” – “ para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.”
Amados, que el Señor nos bendiga y su paz este con todos. Agradezcamos de este modo a Dios por habernos dado una nueva oportunidad para meditar en su palabra y compartir el material relacionado a esta, el cual se encuentra contenido en la biblia y analizado o meditado en las presentes líneas. Vamos hoy a cumplir primeramente el mandato de amor al prójimo realizando la predica del clic, marcando a nuestros conocidos para que lean estos escritos y mejoren sus vidas, recordando que de esta instrucción, sal y sabor también debemos tener en nuestras vidas para poder compartir, debido a que si algo no lo tenemos, jamás podremos otorgarlo o compartirlo.
Cardiopatía es una aflicción del musculo cardiaco, una designación genérica de las enfermedades del corazón. ¿Conocemos o hemos oído hablar de alguien que sufre enfermedades de este tipo?. Los tratamientos para este tipo de enfermedad varían mucho, pueden incluir cambios radicales en el estilo de vida de las personas, medicamentos, cirugías, endoprotesis, marcapasos y mas, En el texto de hoy encontramos la peor enfermedad del corazón que alguien puede tener, un ¨CORAZÓN DE PIEDRA¨, pero ¿que significa eso?. Se refiere a no conmoverse con el sufrimiento de los otros, eso es a lo que se refiere el profeta, a vivir para si mismo con egoísmo, es no sensibilizarse con las suplicas ajenas, si pudiéramos resumir ese concepto en una palabra seria que corazón de piedra es insensibilidad y para ese tipo de problema en el corazón, no existe solución humana solo Dios tiene el poder de transformar a una persona insensible en alguien sensible, como decir el corazón de piedra en un corazón de carne, sepamos que la palabra es el bisturí que el Espíritu Santo va a usar para hacer ese trasplante, por eso si precisamos de un trasplante como el indicado, requerimos pasar por el bisturí de la palabra de Dios.
OREMOS:
Padre de amor, ayúdanos quitando de nosotros ese corazón de piedra y colocando en su lugar un corazón de carne, sensible a tu voz, un corazón sensible a amar, a practicar tu voluntad y a cada paso ganar las dadivas que tienes preparadas para los siervos merecedores de bendición. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen