Juan 13:34 ¨Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, que Dios nos ilumine y nos permita comprender cada día que solo somos responsable por lo que sembramos y no de la cizaña plantada por el enemigo, que nos lleve a la comprensión de que por la gracia de Jesucristo tenemos la capacidad de superar y vencer a esa cizaña, aplicando las herramientas que nos han sido dadas por la fe, para de ese modo poder bendecir de manera particular a esa circunstancia y continuar avanzando en el camino de la salvación. Quedamos todos invitados a compartir esta palabra con nuestro prójimo para bendecirlo de buena manera.
El amor no es un simple impulso, no es una emoción transitoria, independiente de circunstancias, el verdadero amor es principio bíblico, es un poder permanente, la persona se nutre por la corriente de amor puro, que brota del corazón de Cristo, como una fuente que nunca falta, el amor de Dios es vivificante, renueva nuestro ser, nuestros motivos son ennoblecidos, se profundizan nuestros afectos mediante esa comunión, esa conexión con Dios, nuestro cariño uno por el otro, brota exactamente de nuestra relación común con Dios, nos convertimos en una familia, nos amamos unos a los otros, como él nos amó, amar como Cristo amo, significa manifestar abnegación en todo tiempo y lugar, realizando buenas acciones, diciendo palabras amables y solidarias, el genuino amor es atributo celeste, y el aumenta en la proporción en que es dispensado a los otros, mientras más amamos a nuestros semejantes, mas amor tendremos, así en la medida en que más amor ofrecemos a los otros, más amor recibimos de Dios, Jesús dice que da nuevo mandamiento para que nos amemos unos a otros, ¿Sera que los discípulos no conocían ese mandamiento?, realmente si lo conocían, porque ellos eran judíos y claramente fueron orientados por sus padres en relación a estas cosas, los discípulos sabían que debíamos amarnos unos a los otros, que amemos a nuestros semejantes es mandamiento de Jesús, él lo reafirma para darle mayor poder a las palabras, además el mandamiento es nuevo porque nuestro amor debe compararse al de él, ¨Así como yo los amo, deben amar al prójimo¨. Dios no solo nos está mandando a amar, Dios viene se hace hombre y ama, dándonos el coirrecto ejemplo a seguir, entonces al tener esto presente precisamos mostrar un amor genuino e inmenso por nuestro projimo, sabiendo que ese amor que damos Dios nos lo dara multiplicado.
OREMOS
Amado Padre, gracias por indicarnos la magnitud del amor que debemos dar a nuestro prójimo, gracias por amarnos a nosotros y proveernos de manera oportuna, permite que podamos continuar obrando conforme a tu voluntad. Ampáranos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.