13 de Octubre: Dios es refugio y fortaleza

Salmos 91:1-2 “El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. “-“Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. “

 

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Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, tranquilidad y paciencia, ahora que estamos en un tiempo de cambios debemos gestionar ese trayecto de manera progresiva, para poco a ´poco ir aceptando y adaptándonos a los cambios. A muchas personas les gustan los textos bíblicos, entre ellos el Salmo 91, inclusive hay personas que se complacen dejando en sus hogares una biblia abierta, en esta página, pero ¿De qué sirve tener una biblia abierta solo para decoración?. Provechoso es leer, estudiar, analizar y predicar en torno a este salmo hermoso, para poder llevar a más personas a los caminos de esperanza y salvación.

 

 

Esas primeras palabras del Salmo que estamos estudiando son muy alentadoras, y nos fortalecen para dar el paso correcto que es seguir a nuestro Salvador Jesús, por el camino que nos conduce hacia el Padre Celestial. Es una experiencia sublime descansar al abrigo del Altísimo y descasar a la sombra del Omnipotente. Las palabras Altísimo y Omnipotente, son referencias a Dios, y el salmista dice: ¨ Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. ¨. La vida humana es muy sensible, siendo que algunos latidos de corazón fuera de orden, nos da un infarto y la vida colapsa, porque somos frágiles y delicados. A veces no entendemos que la presencia de Dios es la que nos da protección, seguridad y cuidado. Nuestra protección, está en Dios en ese punto es que Dios, se convierte en refugio y fortaleza, esas palabras parecen una redundancia pero no lo son, pues refugio tiene que ver con rescate y Dios buscándonos, rescatándonos de nuestros momentos de dolor y de problemas, fortaleciéndonos en las adversidades y demás situaciones, él nos protege, y así él nos defiende de algunas situaciones que nos atacan, Dios es refugio cuando atravesamos el valle de la sombra y de la muerte, él es fortaleza cuando mil caerán a nuestros lados y no seremos dañados, el resultado de la presencia de Dios en nosotros es la confianza, cuando el salmista dice: ¨En quien confió¨, significa que angustia, sufrimiento y dolor, son temporales, y en resumen no tienen sentido porque la visión de la gloria futura suplanta todo, la certeza de quien es Dios y la confianza de que él está presente en nosotros, hacen que el futuro eterno inicie aquí y ahora, sin que nada importe, porque quien habita en el abrigo del Altísimo, vivirá en la sombra del Omnipotente. Dios nos bendiga y ahora mismo aceptemos que viviremos en el abrigo del Altísimo y en la sombra del Omnipotente. Si genuinamente creemos en Dios, no debemos temer a nada, quizá algunas veces podamos sentir ese nerviosismo, las mariposas en el estómago o las piernas temblorosas, eso es natural porque estamos vivos, pero tarde o temprano precisamos controlarlo, enviando a nuestro cerebro el mensaje de que ¨Estamos en la paz de Dios, estando con él, a nada debemos temer¨, como resultado nos calmaremos y realizaremos nuestras actividades de manera correcta.  En Dios somos más que vencedores.

 

 

OREMOS:

 

Padre querido, concédenos esa poderosa fe genuina Señor, que no solo nos encantemos con estas palabras, pero que seamos transformados por tu poder para que logremos importantes resultados en beneficio de esta obra de salvación. Ayúdanos siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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