2 Crónicas 1:1 ¨ Salomón hijo de David fue afirmado en su reino, y Jehová su Dios estaba con él, y lo engrandeció sobremanera.¨
Padre Celestial, te damos gracias por la persona que ahora está atendiendo a la lectura de la palabra, y compartiendo en esta hora, la revelación que nos has hecho mediante el análisis de tus dictados. Permite también, que las ideas que integran el texto, promuevan maravillosamente la satisfacción de necesidades personales de alimento espiritual, que incentivan al cambio.
Amados, estudiemos la biblia, vamos a pasar tiempo de calidad reflexionando sobre la palabra de Dios, pasemos tiempo conociendo sobre Jesús, mas allá de toda ayuda brindada por el material creado por este ministerio, lo que se busca es estimular a los lectores a conocer más la biblia y las maneras de cómo aplicar la palabra a la vida para mejorar este mundo de constante exposición al pecado. En este versículo podemos descubrir que en muchos reinados en la vida de los reyes de Israel hay referencias de la relación entre Dios y su siervo David, la manera en que Dios amaba a ese sirvo, quien tuvo un corazón parecido al de Dios, por eso David fue llamado hombre según el corazón de Dios, y Salomón siguió los pasos de su padre un buen tiempo de su vida, la biblia dice que Salomón fue engrandecido por Dios debido a su obediencia, Salomón aprendió de David muchas cosas, el fue tallado para sustituir a David, sin embargo fue complicada esa sustitución, cada uno marcaba su estilo de obediencia semejante pero en ciertos puntos distinto, sin embargo Dios contribuyo con Salomón. Hoy Dios quiere contribuir, favoreciéndonos a nosotros, el quiere honrarnos y protegernos, nuestro padre desea que nos desarrollemos en sus caminos obteniendo madurez espiritual, para ello requerimos tener a Jesús en nuestra alma y corazón, con certeza nosotros tendremos la misma experiencia de Salomón, siendo engrandecidos, por nuestro Dios, en la medida que seamos obedientes a su mandato.
OREMOS:
Padre bondadoso, colocamos nuestras vidas en tus manos, condúcenos y dirígenos para ser mejores siervos cada día, que podamos crecer en tus caminos y cumplir tu voluntad. Así te lo pedimos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen