Marcos 11:12-14 ¨ Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. ¨-¨ Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. ¨-¨ Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.¨
Dios, hoy venimos a ti con la intención de mostrarte nuestro compromiso contigo, sabemos que estas a con nosotros, por tanto queremos intentar tocar los corazones con la interpretación de tu palabra a objeto de mantener la continuidad en el mejoramiento de las cualidades que nos otorgas. Bendice este mensaje, a sus lectores, replicadores y todos aquellos que de cualquier manera dentro de las redes sociales o fuera de ellas lo continúan esparciendo entre sus seres queridos y prójimo en general.
Amados, ese bello acto de orar antes de consumir los alimentos surte un efecto grandioso, permite recordar que nuestras capacidades provienen de Dios, así como las recompensas, ganancias o conquistas, que obtenemos de nuestras labores cotidianas. En esa constante de mejorar los hábitos para tener una mejor vida, vamos a plantearnos el reto de realizar una oración de agradecimiento por los alimentos, en cada oportunidad que vayamos a ingerir alguno, y por aquellas personas que carecen de los mismos, para que en abundancia los obtengan lo más pronto posible. En los versículos de hoy, se nos relata sobre el único milagro en donde Jesús destruye alguna cosa, donde maldice a la higuera estéril, pero la razón por la cual Jesús toma esta actitud es bastante compleja, aparentemente ello puede sonar extraño a nuestros oídos, pero debemos recordar ciertos puntos como el hecho de que no era temporada de higos, y que esa higuera estaba demostrando que podía generar higos aun fuera de la temporada establecida, pues no estaba seca. Como él y sus discípulos tenían hambre, se dirigieron a ella pero al aproximarse completamente, notaron que solo eran apariencias, ella estaba llena de hojas pero sin higos. Entonces, Jesús quiere enseñarnos cuando el manda a aquella higuera a secarse para que nunca mas produjera fruto, que necesitamos tener armonía entre lo que predicamos y la manera en la cual procedemos, hay muchos pecadores que aparentan ser cristianos para proceder como instrumentos del enemigo, dando malos testimonios con sus procederes. Por ello es importante estar alerta, practicar la disciplina eclesiástica, cuando privadamente partiendo del amor corregimos a nuestro prójimo desorientado, esa es una función que los cristianos fortalecidos por la fe, con más tiempo en el camino, deben practicar con los cristianos débiles en la fe. Es una obligación, que honra el nombre de nuestro padre celestial, porque así cuidamos de todo el prójimo, actuando sin egoísmos, llevándolos nuevamente a retomar el camino a la salvación.
OREMOS:
Padre de bondad, pedimos tu gracia y tu misericordia, ayúdanos a tener coherencia espiritual, entre lo que predicamos y nuestros procederes, esa armonía es necesaria para agradarte, condúcenos para ser dignos representantes de tu reino, permanece con nosotros. Así pedimos, en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.