Salmos 114:1-2 ¨Cuando salió Israel de Egipto, La casa de Jacob del pueblo extranjero,¨ – ¨ Judá vino a ser su santuario, E Israel su señorío.¨
Amados, que la paz de Dios este siempre con todos, al igual que su misericordia. Feliz día, sean todos bienvenidos a este momento de reflexión, donde vamos a buscar incrementar nuestro nivel de relación con Dios meditando en su palabra y compartiendo este material para alcanzar cada vez mas corazones.
Cuando el rio suena, piedras trae, es un dicho popular que está inspirado en otrro dicho semejante de naturaleza española y que se refiere a que los rumores traen sospechas y que precisamos tener atención a ellos, sin embargo ahora en este texto su significado será totalmente distinto, porque cuando el rio de nosotros suena es porque nos está preparando para una nueva victoria, este es el sonido del triunfo. Jerusalén era la capital de Israel, situado en la provincia de Judá, toda las pascuas centenas de personas iban a Jerusalén y cuando llegaba la ciudad quedaba repleta de personas, día y noche se escuchaban músicas de alabanza que resonaban por las colinas del lugar, las sonrisas, los oraciones, todo eso reflejaba la alegría del pueblo de pertenecer a Dios en el templo de Salomón ubicado en el monte Sión se oía el sonido de las trompetas, el olor de sacrificios quemándose recodaba la libertad provista por Dios en el cautiverio de Egipto, el salmo 114 era uno de los principales canticos de la pascua, el pueblo cantaba ese salmo en el patio del templo de Salomón, en tono de triunfo, eso porque este salmo, no dejaba al pueblo olvidarse de la razón por la cual ellos estaban allí, durante más de 400 años, Israel estuvo cautivo en Egipto, en ese tiempo que estuvieron en Egipto, ellos fueron esclavizados, y el trabajo forzado hicieron que la cultura Israelita fuera sofocada por las autoridades Egipcias, al punto de ser olvidado el conocimiento de Dios, entonces Dios fue al encuentro de su pueblo, el salmo 114 dice que el mar vio al pueblo y huyo, el rio Jordán se represo delante de Israel, s montes y las colinas temblaron delante del pueblo de Dios, la tierra se estremeció ante Dios, y las rocas se convirtieron en agua para saciar la sed del desierto, y siempre que los israelitas cantaban el salmo 114 ellos se acordaban de que Dios les había dado varias victorias, Dios los había conquistado, las riquezas que ellos habían adquirido la lluvia que caía para producir el grano, todo fue garantizado por el Dios que los liberto, de la esclavitud, ellos siempre se recordaban que en la primera pascua la sangre de un cordero fue pasada en los umbrales de las puertas, y en las casas Israelitas esto era señal de liberación de Dios, nosotros también debemos recordar la libertad que nos dio Dios porque éramos esclavos del pecado, no había solución humana pero por medio de una cruz manchada de sangre Jesús se tornó en el cordero pascal, él derramo su sangre mientras cargaba nuestros pecados, él sufrió por nosotros y nos ofrece perdón, justicia y vida eterna, una cosa maravillosa de la gracia de Dios. Jesús con sus manos y pies clavados quebró las cadenas de la muerte, nos aproximó de Dios, los demonios se estremecen delante de él, porque él es la roca de nuestra vida, el agua de la salvación, por medio de Jesús tenemos acceso a Dios en su santuario. Todas las bendiciones y lo bueno que tenemos fue garantizado en la cruz del calvario, seria imposible vivir sin el sacrificio de Jesús.
OREMOS:
Padre celestial, gracias por el sacrificio de Jesús en la cruz del calvario, valoramos ese hecho y deseamos aproximarnos a ti siempre Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.