118. Nuestra búsqueda diaria por Jesús

Salmos 63:1 ¨ Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas,¨

 

La paz de Dios sea con todos. Que la paz del Señor habite en nuestros corazones y que sintamos su compañía mediante todas las cosas que nos hacen mejorar y crecer en todo sentido, principalmente en el aspecto espiritual. Compartamos este material, porque con el además de bendecir la vida de nuestro prójimo, logramos alabar, glorificar y adorar, a toda la obra de Dios.

 

 

Las palabras contenidas en este texto bíblico, fueron dichas por David, mientras el andaba por el desierto de Judea, el mismo desierto donde después, el propio Jesús pasaría 40 días en oración, y sufriría las tres tentaciones del desierto, en ese lugar desértico fue que David oro, diciendo las palabras contenidas en este versículo, lo que podemos aprender de estas palabras es que nuestro Dios, es un Dios fuerte, uno de los atributos de él es la omnipotencia, ósea, Dios tiene poder para realizar cualquier cosa, el crea, el sustenta, el transforma, él lo puede todo, todo por amor a sus hijos, el Dios de David es el Dios que hizo que el mar se abriera, que hizo que la tierra seca produjera, que hizo a la roca dar agua, ese Dios quiere ser nuestro Dios y hacer en nuestras vidas todo lo que requerimos. La otra lección que hay en este salmo, es que la mejor hora para buscar a Dios, es en la mañana. En este sentido, se expone en Mateo 6:33 ¨ Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. ¨, entonces cuando buscamos a Dios temprano, todo lo que necesitamos nos será dado, y así como el desayuno es la comida más importante, nosotros debemos alimentarnos principalmente en las mañanas de la palabra de Dios, también de tarde, también de noche, y en los otros momentos, pero principalmente en las mañanas, que desarrollemos el habito de estudiar y meditar en la palabra bíblica, varias veces durante el día, pero principalmente en las mañanas. Sigamos esta recomendación, atendamos a la orientación de Dios, con certeza vamos a ser bendecidos, y si oramos, meditamos, alabamos, y adoramos continuamente en el transcurso del día, con seguridad nos mantendremos bendecidos. Pensemos en eso.

 

 

 

OREMOS:

 

Padre Querido, gracias por tu sabia enseñanza y el claro consejo de que meditemos, alabemos y te glorifiquemos en las mañanas principalmente, y durante todo el día para agradarte y ser poseedores de tu poder para avanzar en todo momento, y superar cualquier dificultad. Apóyanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amén.

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