Apocalipsis 3:21 ¨ Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.¨
La paz de Dios sea con todos. Qué bueno es poder nuevamente estar reunidos para estudiar la palabra de Dios, tengamos fe siempre y practiquemos la voluntad de Dios en nuestras vidas, llevemos este material a nuestro prójimo compartiéndolo por diversas vías, porque así lograremos bendecir a las personas.
Todos estos días hemos estado estudiando sobre las promesas de apocalipsis a las siete iglesias, hoy llegamos al último día, de esta serie denominada ¨Promesas al vencedor¨, llegamos entonces hoy a la iglesia de Laodicea, esta es la última iglesia, el nombre de esta iglesia quiere decir ¨Pueblo del juicio¨, y esta iglesia representa al periodo histórico comprendido desde 1844, hasta los días del regreso de Jesús, empieza desde 1844 porque allí empezó el juicio de Dios, fue esa la fecha en que Jesús entro en el Santuario Celestial, en el compartimiento Santísimo para comenzar el juicio, y una vez analizados todos los casos, el regresa a la tierra para dar la recompensa a todos que sean puros de corazón, y para esta última iglesia Jesús presenta una linda promesa. Esta promesa nos indica que seremos colocados en un lugar de destacado, por eso es una promesa linda e incomparable, la cual nos motiva a convertirnos en vencedores en este acto, para sentarnos un día en el trono de Cristo, así como el venció y se sentó en el trono de su Padre, lo que significa sentarse en el trono con el propio Cristo, es que gobernaremos junto a él, esta es una maravillosa promesa donde Jesús nos invita a sentarnos en su trono, y para gobernar con él todas las naciones, no tenemos idea de lo que va a ser estar con Jesús en los cielos, pero valdrá mucho la pena, por eso agarrémonos a esas promesas porque Dios va a cumplir, y el victorioso un dia va a sentarse a gobernar junto a él.
OREMOS:
Padre Querido, hoy venimos a ti, para agradecerte por tenernos como hijos amados y siempre favorecernos, crea las condiciones requeridas para que podamos practicar tu voluntad en nuestras vidas, queremos ser siervos agradables a ti y cumplir tus disposiciones. Apóyanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén.