11 de Febrero: Reprensibles

Salmos 51:10-12 ¨ Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente.¨

 

Amados, gracias por estar aquí, Dios siempre está con nosotros en momentos buenos para celebrar, y, en tiempos difíciles para consolarnos, el siempre esta con nosotros, y, prometió en su palabra favorecernos siempre. Mantengámonos firmes en la fe, las bendiciones llegaran en el momento apropiado. Llevemos este material a nuestro prójimo para que obtenga bendiciones en abundancia.

 

 

Requerimos tener el habito de orar, de hablar con Dios, de abrir nuestro corazones al Padre Celestial, orar es buscar dirección y consejo, es conversar con Dios, es reconocer quienes somos, y, quien es Dios, la biblia habla mucho sobre la oración y el poder, mas allá de expresar muchos ejemplos de oración, enseñándonos la manera y la razón de orar, la gran verdad aquí es que para orar, precisamos ser sinceros con Dios, sin rodeos, y sin necesidad de palabras rebuscadas, Dios quiere hablar con nosotros, y, nosotros requerimos hablar con él, cierta vez David, conocido por ser un hombre según el corazón de Dios, honrado por ser rey, el cometió una atrocidad, un pecado contra Dios, y, contra las personas que lo respetaban, y, lo servían, este es el escenario, David debía estar liderando al ejército en el campo de batalla, pero el delega esa función en otra persona, al tiempo que un día, paseando en el palacio, vio a una mujer casada, bañándose, y, decidió tener relaciones íntimas con ella, el marido de esa mujer estaba en la guerra sirviendo a David, el popular Urías,  y, aconteció un triste final en la historia, David embarazo a la esposa de su soldado, y, lo coloca en el frente de batalla para morir, y, ¿Qué paso con David?. Dios mando al profeta Natán, quien le advierte a David las consecuencias de ese pecado, la biblia relata que David cayó en un gran arrepentimiento, y, termina recogiendo las amargas consecuencias de su error, pero lo que llama la atención, es la oración que hizo David en medio de la angustia y el arrepentimiento, son estas algunas de las palabras relatadas en el Salmo 51, David está diciendo a Dios que cree en el un corazón puro, que renueve dentro de él,  un espíritu inquebrantable, él está clamando a Dios por misericordia, y, le dice: Señor, no me eches fuera de tu presencia, no me retires de tu santo espíritu, dame de nuevo la alegría de tu salvación, susténtame con tu espíritu voluntario. David tenia plena conciencia de su error, lo que no disminuye su culpa, o, las consecuencias de su error, pero frente a tan compleja y difícil situación, el entiende que la solución de su vida es orar, hablar sinceramente, y, expresar su condición, y suplicar a Dios por restauración, David conocía al Dios de la biblia que es celoso y justo, pero que ama la misericordia, y, hace milagros, el mayor de los milagros es la transformación de una persona caída en errores y desesperanza, y Dios realiza ese milagro en la vida de David, por fin algo fundamental, se nos enseñó con esta historia, David fue un hombre según el corazón de Dios,  no por tener una vida libre de pecados, sino por el contrario, su aprobación divina fue resultado de un corazón humilde y sincero, y David se hizo irreprensible, y esta oración nos sirve de ejemplo, Dios no se retira de la vida de quien lo quiere cerca, nuestros pecados pueden ser perdonados, y, su gracia está a nuestra disposición, por eso clamemos a Dios hoy, y, pidamos un nuevo corazón, y, el Espíritu de Dios, va a concedernos esa victoria.

 

 

 

OREMOS:

 

Padre amado, alabado sea tu nombre, así como perdonaste a David, y, restauraste su vida, perdónanos, y, restáuranos también. Peticiones que hacemos en nombre de Jesús.

 

Amen.

Dejar una contestacion