Lucas 19:45-46 ¨ Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él,¨ – ¨ diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.¨
La paz de Dios sea con todos. Felicitaciones continuar haciendo la voluntad de Dios, al estudiar, meditar y practicar las disposiciones de su palabra, cuando obedecemos los mandatos de Dios, el al percibirlo se agrada y nos bendice de gran manera. Compartamos este mensaje para bendecir a nuestro prójimo.
En tiempos de Jesús, Galilea era una región muy rica, y en ese lugar se celebraba la Fiesta de la Pascua, como muchas personas se trasladaban de ciudad en ciudad y precisaban comprar corderos para darlos en sacrificio, en los templos, se encontraban comerciantes para ofrecer esos corderos los cuales eran cobrados en la moneda local, y como las personas que venían a la celebración no poseían dinero local, entonces requerían de cambistas para mediante una operación cambiaria, lograr obtener moneda corriente en el lugar que visitaban, por este motivo los cambistas también estaban desempeñando su labor en el templo, pero resultó que en cierta ocasión Jesús se enteró y pudo observar cómo se realizaba el comercio en el templo y esa situación lo llevo a sentir ira, porque el templo no había sido creado para ese tipo de actividades, sino para alabar a Dios, así ocurre lo que esta indicado en el texto bíblico de hoy, que Jesús entra al templo y saca a todos los cambistas y comerciantes, reprendiéndolos fuertemente porque el templo no fue creado para desarrollar las actividades comerciales que bien podían desarrollarse en un mercado público, que sería el lugar adecuado para emprender actividades comerciales. Con este evento, Jesús nos quiere dar un mensaje en este día, referente a que no debemos mezclar la religión y el comercio, que debemos respetar los lugares y el objeto para el cual fueron creados, porque si mezclamos las cosas vamos a obtener malos resultados y eso es inconveniente, así Jesús nos orienta a tener respeto y a lo mezclar la religión y el comercio, pues estas son actividades opuestas, cada una con su propio lugar o espacio para ser desarrolladas.
OREMOS:
Padre Celeste, otórganos inteligencia y sabiduría, para poder actuar de modo correcto y conforme a tus disposiciones, permite que nos mantengamos en el camino a la salvación, sin mezclar el comercio y la religión. Ayúdanos siempre. Así pedimos en nombre de Jesucristo.
Amén.