10 de Agosto: Otro Santiago, el pequeño

Mateo 5:16 “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. “

 

 

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Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, que cada día la gracia de Dios esté sobre nosotros, esa manifestación se produce cuando somos obedientes al mandatos de Dios, cuando cumplimos con su voluntad y logramos hacernos merecedores de la bendición, seamos perseverantes en compartir este mensaje por las redes sociales y en nuestras interacciones diarias.

 

 

 

 

La reflexión de hoy tratará sobre hechos de la vida de Santiago, la Biblia lo presenta como el hijo de Alfeo, y el nombre de Santiago significa ¨Dios Recompensará¨, este es el noveno nombre en la lista de los Apóstoles ofrecida por Lucas y la única información que nos da la escritura sobre este hombre es el nombre de su padre. No está registrado en la escritura bíblica si Santiago le hizo preguntas a Jesús nuestro Salvador, o si hizo algo para destacar de la multitud, o donde fue llamado a seguir a Jesús, por lo visto Santiago era discreto y silencioso, por lo que podemos pensar, el nombre Santiago es un nombre común, entonces esta falta de protagonismo lo llevo a ganarse el nombre cariñoso de ¨Santiago el pequeño¨, esa palabra de pequeño en el griego antiguo podía hacer referencia a su estado físico o también puede referirse a alguien con menor edad, o quizá a la poca influencia ejercida por este, pero aunque todas estas cosas eran cierta la relación de Santiago con Jesús era buena, y así fuese pequeño, discreto, silencioso, bajito o tuviere cualquier característica, lo importante es que el estaba allí en medio de los Apóstoles, para aprender las valiosas lecciones del Salvador Jesús, quien de alguna manera lo escogió, entre muchos hombres para darle una gran instrucción, el poder para ordenar a los demás y envió a este joven, a este hombre, para ser testigo de su existencia y predicador del evangelio, solo la eternidad revelara los testimonios de personas como Santiago, de quien el mundo no se recuerda, pero que era obediente a las enseñanzas de Jesús, obediente a los mandatos de Dios, entonces estamos seguros de que él estuvo cerca del Señor, y el Espíritu Santo le dio poder y ese poder habitaba en Santiago, y consiguió ser un eficiente predicador del evangelio en aquellos días, y en un mundo donde todos buscan sobresalir, billar y mostrarse incluso cuando se trata de servir a Dios, la palabra hoy nos invita a ser como Santiago, a fin de que se cumplan en nosotros las promesas de Dios. Y de acuerdo a lo previsto en el versículo que encabeza este material, procedamos correctamente para que todo el mundo mire la gloria de Dios materializarse en nuestras vidas y por extensión en las vidas de todos los que están cerca de nosotros.

 

 

OREMOS:

 

Padre querido, gracias por tus palabras de amor, que nos orientan a ser mejores personas que cumplen tu voluntad y así nos vamos haciendo merecedores de la bendición. Ayúdanos siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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