Hechos 7:58 ¨ Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. ¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Es un placer reunirnos nuevamente junto a la palabra de Dios, para crecer espiritualmente, atendiendo a los consejos que Dios nos da, para que mejoremos nuestras vidas, seamos reflejos de una conducta ejemplar, hagamos que muchas más personas conozcan la verdad sobre la salvación y así llevaremos más almas a los caminos de Cristo.
La biblia tiene muchas biografías inspiradoras, una de ellas es la de Apóstol Pablo, su historia nos muestra cuanto la gracia de Dios es poderosa para alcanzar a las personas más improbables, a veces cosas improbables ocurren y causa sorpresa a muchas personas, un político que nadie esperaba que fuera electo de repente resulta ganador generando una sorpresa, otras veces las sorpresas son negativas como la pérdida de un empleo, o una enfermedad inesperada, son cosas para las cuales no tenemos expectativa, pero ocurren, en la vida espiritual también ocurren eventos improbables, ocasionalmente y el texto bíblico de hoy nos presenta uno de ellos, quien vio al joven Saulo en la escena de apedreamiento de Esteban, nunca esperaría que un día él seria un cristiano tan dedicado, el era un joven culto y completamente simpático a las ideas de los fariseos, estaba determinado a cazar y penar a cualquiera que se alinease con el nuevo movimiento llamado EL CAMINO, esos eran los Cristianos, en aquella ocasión, los primeros Cristianos debieron haber mirado hacia el como un enemigo y nunca imaginaron lo que Dios podía hacer mediante él, lo que muchos de nosotros ignoramos es que donde Dios actúa, el milagro ocurre, y si mirásemos rápidamente al índice de la Biblia, notaremos que varios textos del nuevo testamento fue escrito por aquel joven, Dios puede transformar asi las vidas, y si creemos que es imposible, miremos a la historia de Pablo, y además de ver lo que Dios puede hacer, podremos notar las ansias que Dios tiene de tornarnos hijos amados de él, todo lo que requerimos hacer es permitir la actuación de Dios en nuestras vidas, creamos firmemente que a donde Dios entra y actúa, el milagro se produce, no importa lo que hayamos hecho porque el poder de Dios es mayor, porque él transformo el corazón de Pablo, y puede con certeza transformar nuestras vidas también.
OREMOS:
Padre querido, que tu espíritu actué en nuestras vidas, como actuó en la vida de Pablo, que nuestra transformación y restauración sean completas, precisamos ahora mas que nunca, hacer tu voluntad para ser considerados por ti como siervos agradables. Contribuye con nosotros siempre. Son las peticiones que en nombre de Cristo te hacemos.
Amen.