07 de Diciembre: El deseo de David

Salmos 27:4 “Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. “

 

 

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, esta es la sagrada hora de nuestros días donde destinamos unos minutos a escuchar la voz de Dios, y por supuesto a analizarla para obedecerla en nuestras vidas y llevarla a otros individuos. Seamos valientes y continuemos predicando sin ser inconvenientes, realmente precisamos cumplir la función evangelizadora de llevar almas a los caminos de salvación.

 

 

Este tipo de oración alegra a Dios, alegran el corazón del Señor, tener conocimiento de estas palabras, dichas por un siervos fiel. Dentro de cada ser humano Dios coloco algo, solo nos sentimos plenos cuando estamos conectados con ese algo que nos lleva a Dios, existe dentro del alma marcada por el pecado un hambre de Dios, asi lo percibamos o no. Cuando David escribió estas palabras, la casa del Señor denominada templo aun no había sido edificado, su deseo de querer comulgar con el Señor lo hizo pedir para estar en su presencia, de Dios en su vida, David sentía ese deseo de vivir en la presencia de Dios, de hacer de sus corazón y su alma, la morada del altísimo, contemplar la belleza del Señor tiene que ver con permitir que se realicen las acciones de Dios en nosotros, cuando eso ocurre nuestro cuerpo se convierte en templo para la habitación de Dios, mediante el Espiritu Santo, todo lo que el salmista quería era habitar en la presencia del Señor, el comprendio que la vida sin Dios no tiene sentido, quien no tiene a Dios, o tiene dirección, no vonoce de donde viene, hacia donde va, ni a donde esta, la vida sin Dios no tiene sentido, es totalmente vacia, a veces no queremos ir a la iglesia, pero deberíamos tener un altar para glorificar al Señor, vivir la vida en la presencia de Dios, en meditación, contemplación, meditación, eso ennoblece nuestro carácter, y allí nosotros viviremos las virtudes espirituales que nos harán justos a los ojos de Dios, que nos darán placer de vivir a pesar de estar en un mundo tan complicado. Que Dios nos bendiga y que el deseo de David, sea también el nuestro, y sepamos que ese deseo alegra a Dios y el responde de alguna manera, Dios viene a relacionarse con nosotros cuando sabe que estamos enteramente abiertos para el.

 

 

OREMOS:

 

Padre amado, coloca en nuestros corazones ese mismo deseo de David, porque tenemos hambre de ti, aliméntanos con tu enseñanza, muéstranos la manera correcta de obrar, para permanecer en el camino a la salvación y ser siervos agradables a ti. Así pedimos en. Nombre de Jesús.

 

 

Amen.

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