Marcos 11:15-17 “Llegaron, pues, a Jerusalén. Jesús entró en el templo y comenzó a echar de allí a los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas, “ – “y no permitía que nadie atravesara el templo llevando mercancías. “ – “También les enseñaba con estas palabras: «¿No está escrito:» “Mi casa será llamada, casa de oración para todas las naciones”? Pero ustedes la han convertido en “cueva de ladrones”». “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, gracias por regresar un día más a estudiar la biblia y su contenido que es la palabra de Dios, mantener este habito del estudio nos prepara para tener una mejor andanza en el camino a la salvación, pero lo que realmente nos hace mejores cristianos es practicar en nuestras vidas los dictados de la biblia, empecemos compartiendo este mensaje con el prójimo para ejercitar nuestro amor por él.
¿Podemos imaginar la escena del verso?, ¿Por qué creemos que Jesús actuó de esta manera?, ¿Por qué el hizo toda esa destrucción en los comercios del templo?. Bueno, dos tipos de personas son identificadas aquí, vendedores y cambistas, Jesús estaba furioso con ellos, pero no con una ira pecaminosa, como muchas veces sentimos, porque Jesús no tenía tendencia al pecado, nunca peco porque el estaba defendiendo la santidad de Dios, él estaba indignado con aquello que estaban haciendo en la casa de Dios, el propósito de Dios es que todos podamos aproximarnos de él, pero los vendedores y cambistas del texto fueron contra ese propósito, pero hay una explicación la que deja claro la razón por la que actuaron e esa manera, primero este evento ocurrió cerca del feriado judaico de la pascua, y los judíos debían separar un cordero para que durante los festejos de la pascua, ellos pudieran ofrecer ese animal, y antes de eso ellos deberían cuidar de ese animal, dar valor a él, después llevarlo al templo, entonces el seria tenido como un recuerdo de la libertad que Dios dio al pueblo de Israel allá en Egipto, pero aquellos que estaban allí vendiendo, lo hacían intentando facilitar la adoración de los que estaban yendo para Jerusalén, ellos vendían corderos que debían ser criados. Segundo punto, en aquel día judíos de todas las regiones iban a Jerusalén para el feriado, entonces los cambistas aprovecharon la ocasión para cobrar comisiones como de costumbre pero esta vez más altas, para cambiar las monedas y de esta manera ellos obstaculizaban el ingreso de las personas al templo, pero hoy Jesus es el cordero de Dios que nos liberta de la esclavitud del pecado, y debemos tener el cuidado para no ser como aquellos vendedores y cambistas que estaban obstaculizando el ejercicio de la fe y Jesús los expulso del templo, Jesús lo que quería era que las personas tuvieran la libertad para adorarlo, sin los impedimentos que en el camino estaban siendo colocados, nosotros podemos disfrutar hoy de la presencia del cordero de Dios, pero debemos cuidar de que esa adoración sea racional, debemos cuidar para no estorbar a otros para que adoren, y permitir que todos tengan la verdadera religiosidad que la palabra enseña.
OREMOS:
Padre querido, gracias porque Jesús es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, Cristo dio su vida para que pudiéramos vivir, queremos colocar nuestras vidas en tus manos, que nos dirijas a la bendición. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.