1 Reyes 17:2-4 ¨Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.¨
Amados, que la Paz del Señor sea con todos. Saludos especiales, que bendición es estar reunidos al momento correcto para recibir a la instrucción de Dios, para que progresivamente mejoremos nuestras vidas, iniciando primero por apartarnos del pecado, y, luego brindando un buen ejemplo, de obediencia Dios. Compartamos este material, que va a ayudarnos y a ayudar al prójimo.
El profeta Elias, guiado por Dios, fue ante el rey Acab, y, le dijo al rey, que a causa de su impiedad, y, de la idolatría que se esparcía por todo Israel en aquella época, Dios no mandaria lluvia sobre la tierra, como una indicación de su tristeza, por la condición espiritual del pueblo, entonces asi Elias fue y presento la determinación de Dios al rey Acab, y, Dios luego le da otras instrucciones para que salga de ese lugar, porque Dios sabia que desde ese momento empezaría una persecución contra el hombre de Dios, que era el profeta Elías, y, lo encantador, es que Dios lo invita a beber el agua del arroyo, y, que el mismo Dios había ordenado a los cuervos que sustentaran a Elías en aquel lugar, lo que nos indica que Dios tiene muchas formas de cuidar a sus hijos, todos los hijos de Dios estamos sujetos a las aflicciones del mundo, no somos inmunes a los problemas, pero con todo estamos seguros de que Dios no nos desampara, a quien le es fiel, y, Elías hizo según la palabra del Señor, se retiro y acampo en la rivera del arroyo, y, los cuervos le traían pan y carne en la mañana, y, pan y carne en la tarde, de manera ordenada, porque esos pájaros estaban siguiendo las ordenes de Dios, porque Dios cuando mira a un siervo fiel, el permite que todo obre en favor de ese siervo, y, lo amparara siempre. En este punto, podemos ver el nivel, de la fidelidad de Dios, para con sus hijos, y, cada vez, nos convencemos mas de que seguir el camino de Jesucristo es la mejor decisión, seguirlo y obedecer los mandatos del Padre Celestial.
OREMOS:
Padre amado, colocamos nuestras vidas en tus manos, para que nos conduzcas a llevar a cabo la misión que destines para nosotros, queremos honrarte y glorificarte con nuestros actos, y, cada vez convertirnos en mejores siervos. Son las peticiones que en nombre de Jesucristo, hacemos hoy.
Amén.