Zacarías 2:10 ¨ Canta de júbilo y alégrate, oh hija de Sión; porque he aquí, vengo, y habitaré en medio de ti —declara el Señor.¨
Amados, que la Paz del Señor sea con todos. A pesar de la existencia, de dificultades, depresiones, y, distintas influencias negativas, siempre tenemos la opción de buscar a Dios, de correr a sus brazos, y, buscar sanación, consejo, orientación para ser mejores siervos, y, dar nuestro mil por ciento, para el desarrollo de la obra de Dios, prediquemos, oremos, brindemos el consejo necesario, cumplamos la voluntad de Dios, con certeza seremos bendecidos. Difundamos este material, por todo lugar.
Este es un lindo mensaje para todos nosotros, que precisamos entender, que hay un Dios pendiente de nuestro bienestar, preocupado por nuestra felicidad, y, que nos propone obedecer a sus mandatos porque es una manera segura de obtener una mejor vida. Busquemos intensamente la presencia de Dios en nuestras vidas, consideremos estudiar la biblia, orar, y, practicar los mandatos, todo el tiempo. La verdadera alegría Cristiana surge del conocimiento de que Dios está con nosotros, en nuestras luchas en nuestros mejores momentos, y, y, en cada paso que damos el promete estar allí, nuestro corazón es el hogar donde el Señor habita, nuestro Espíritu es el lugar donde el espera recibir, la alegría que viene de Dios no es superficial, esa alegría es profunda y transformadora, cuando Dios habita en nosotros comenzamos un proceso de transformación interna, lo que la biblia denomina como Santificación, eso no solo nos convierte en personas alegres y felices, eso nos hace verdaderos portadores del amor de Dios y de la luz del cielo, si hoy no sentimos esa alegría, si hoy nuestros corazones no cantan, puede ser el tiempo para una oración especial, una oración donde invitamos a Dios a habitar completamente en nuestras vidas, transformándonos completamente, Escrito esta, en Salmos 16:11, lo siguiente: ¨ Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre.¨, lo dice el versículo anterior, quien vive en la presencia de Dios, experimenta plenitud de alegría, no significa que en algún momento no vamos a entristecernos o a llorar, no significa que no vamos a tener adversidades, esas son cosas que siempre tendremos pero que iremos aprendiendo a aceptar, manejar, y, superar, con la experiencia en los caminos de Dios. Vamos a seguir avanzando hermanos, de la mano de Dios, busquémosle, y, obedezcámosle. Todo va a mejorar, claro que sí.
OREMOS:
Padre amado, que delicia es saber que podemos ir hacia tus brazos en cualquier momento, y, en especial, en los momentos de necesidad, pero ahora mismo, te pedimos tu ayuda para que nos facilites el hecho de poder actuar para glorificarte en cada acto. Son las peticiones que en nombre de Jesucristo, hacemos hoy.
Amén.