Juan 14:27 ¨La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.¨
Saludos y Dios nos bendiga, a todos. Somos importantes y especiales para Dios, busquémosle, pues ahora es el momento perfecto, cumplamos su voluntad y mantengámonos siempre en la paz de Dios, siendo ella una agradable entrada al camino de la salvación. Junto al Padre Celestial, todo es especial, continuemos siguiendo el sensacional ejemplo de Jesús, siendo obedientes a la voluntad de Dios. Es placentero reencontrarnos una vez más para meditar en la Biblia, porque ella contiene la palabra de Dios, y es necesario actuar conforme a ella, además es bueno manejarse con rectitud y mostrar una conducta ejemplar acompañado de un estado de ánimo positivo, así haremos la diferencia y motivaremos a nuestro prójimo a seguir el ejemplo de obediencia a la voluntad de Dios, que mostro Jesús en su ministerio terrenal.
¿Qué seria estar en paz para nosotros?. Algunos podrán decir que es una cama confortable, una habitación silenciosa, una hamaca colgada en árboles, una silla de playa frente al mar tomando agua de coco, la palabra paz puede recordarnos a esas cosas y a muchas otras, asociadas a la tranquilidad, si nos detenemos a pensar, notaremos que momentos así son raros en la vida, porque estamos siempre con prisa, agitados e impacientes, ¿Cuándo fue la última vez que experimentamos la paz?, la verdad es que incluso en los días más calmados se dificulta estar en paz, eso ocurre porque la paz que el mundo ofrece no es verdadera, la paz que el mundo ofrece es momentánea y tiene plazo para acabar, de un momento a otro todo puede cambiar. Diferente a la oferta de Dios, él nos ofrece paz duradera, paz completa, paz total, solo esa paz es capaz de calmar nuestros corazones, y hacernos dormir tranquilos, así una lluvia de problemas caiga sobre nuestro techo. Expresa el versículo, Filipenses 4:7 ¨ Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.¨, allí el Apóstol Pablo, nos dice que la paz de Dios es incondicional, independiente de las circunstancias. En tal sentido, la paz de Dios guardara nuestros corazones e integralmente nos protegerá, manteniéndonos de buen ánimo siempre, pues la paz verdadera, viene del cielo, y en nuestras manos la coloca nuestro Padre Celestial, para que la utilicemos como herramienta para la obtención de victoria y bendición.
OREMOS
Padre querido, queremos agradecerte por la dadiva de la paz verdadera que hoy nos ofreces, para utilizarla siempre y obtener victoria y bendición, permítenos transmitir esa paz también al prójimo que interactúe con nosotros, pues es necesaria para amar y cumplir tu voluntad. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén