05 de Febrero: Todo a su tiempo.

Daniel 5:30-31 ¨ La misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos. ¨ – ¨ Y Darío de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos años. ¨

Amados, que la paz del Señor este siempre con todos y seamos bendecidos. Por la gracia de Dios estamos reunidos otra vez junto a la biblia, para reflexionar sobre la palabra de nuestro padre celestial, esta palabra nos guía para alcanzar bendiciones, manteniéndonos en paz y compartiendo el amor con el prójimo.

 

 

Las profecías eran mensajes que Dios mandaba a su pueblo por medio de profetas, estos mensajes eran para el tiempo de cada profeta, pero algunos mensajes quedaban abiertos y no eran restrictos simplemente a sus días, ese es el caso del libro de Daniel, aunque su libro no sea predominantemente profético, en el podemos encontrar profecías tanto para sus días como para un tiempo llamado tiempo del fin, en el texto de hoy en el capítulo cinco, nosotros encontramos un momento histórico donde una profecía dada a Nabucodonosor rey de Babilonia, estaba concretizándose, cuando Daniel recibió la revelación de esa profecía, él aun era un joven recién llegado a Babilonia, pero cuando esa profecía de hecho se cumplio, él ya era un señor de edad, eso puede enseñarnos que las profecías son mejores entendidas después de su cumplimiento, Daniel por la revelación divina sabia que Babilonia seria dominada por un imperio inferior a ella, todavía la identidad de ese imperio solo fue conocida en el momento del cumplimiento histórico, por tanto no quedemos anciosos con las cosas que vayan a ocurrir, en lugar de eso confiemos en Dios, si el lo dijo se hara. Dios quiere mostrar su existencia, quiere mostrarnos que todo esta bajo su control, por eso no debemos tener miedo a nada.

Padre de amor, gracias por las maravillosas maneras en las que te manifiestas en nuestras vidas, queremos ser fieles a tus mandatos, pedimos sabiduría para llegar a la recompensa de la salvación y retornar junto a ti en determinado momento. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesús.

 

Amen.

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